‘Pobres criaturas’: la belleza de la libertad


Emma Stone pasa de niña a mujer en 'Pobres criaturas'

Yorgos Lanthimos, director de, entre otras, Langosta (2015), es un artista en el sentido más tradicional del término. Es de los pocos directores actuales que pueden ser considerados así, más allá de su capacidad narrativa y de la calidad de sus obras. Y tal vez por eso, sus películas tienen una sensación de libertad única, demostrando una originalidad y una capacidad creativa muy poco habituales hoy en día.

La última evidencia de esto es Pobres criaturas, un cuento adulto sobre la madurez y el despertar de la mujer a la vida en una sociedad constreñida por reglas no aptas para la libertad femenina. Lanthimos ofrece al espectador un viaje que camina entre el surrealismo y el expresionismo, tomando ingredientes de obras clásicas como Frankenstein y componiendo una sinfonía audiovisual tan extravagante como hipnótica, tan colorida como sutil en su uso del blanco y negro, reflejando la evolución de la protagonista de un mundo monocromático a un universo lleno de colores, sabores y experiencias. Es precisamente esta evolución lo que sustenta todo un relato que, aunque avanza a un ritmo más o menos constante, se recrea tal vez en exceso en el fragmento de la madurez en el prostíbulo.

Pero más allá de la labor de Lanthimos tras las cámaras (su uso de diferentes formatos es magistral) y del diseño de producción (que parece recrear un cuadro detrás de otro), hay otro nombre propio que resuena con fuerza en el film: Emma Stone. La protagonista de La La Land (2016) opta a su segundo Oscar gracias a un trabajo aparentemente absurdo pero enrevesadamente complejo. A través de su trabajo corporal y sus expresiones faciales, la actriz logra transmitir la evolución de una persona desde su más tierna infancia hasta la edad adulta, todo ello en un cuerpo de mujer. Y lo hace creando una fascinación que no se limita al resto del reparto (todos ellos brillantes, dicho sea de paso), sino que cautiva al espectador con cada plano. Más que merecida la nominación, y desde luego, más que merecido el premio que es más que probable que consiga.

Decir que Pobres criaturas es una obra diferente sería quedarse corto. Muy corto. Es transgresora, elegante, visualmente hermosa y narrativamente controvertida. Habrá muchos que no entiendan qué está pasando; otros que consideren excesivos determinados pasajes de la historia. Y puede que tengan razón, pero como buen artista, Lanthimos no pretende dar respuesta a nada, solo plantear debates y preguntas. Y lo hace con una sensibilidad única, cuestionando el papel de la mujer y las constricciones sociales impuestas por el hombre. Quizá esto sea lo mejor de la cinta: que tras un envoltorio extremadamente bello hay una historia que invita a reflexionar sobre papeles sociales. Es lo que tiene ser libre para contar lo que se quiere contar, algo que el director se ha ganado a pulso.

Nota: 8/10

Las ‘Pobres criaturas’ de Lanthimos llegan a la cartelera muy bien acompañadas


Estrenos 26enero2024

Hemos tenido que esperar al último fin de semana de enero para recibir en la cartelera española una de las películas que más expectación y buenas críticas han generado en los últimos meses. Pero este viernes, día 26, este título no llega solo. Al contrario, aterriza en los cines acompañado de muchos e interesantes estrenos para todo tipo de gustos.

Pero comencemos por Pobres criaturas, cinta que mezcla drama, romance, comedia y ciencia ficción para adaptar la novela de Alasdair Gray cuyo argumento sigue a un estudiante de medicina que se enamora de una rica, hermosa y muy apasionada joven que, a su vez, es hija de un monstruoso genio y científico que, en realidad, ha devuelto a la vida a la mujer. Con capital estadounidense, irlandés y británico, la película está dirigida por Yorgos Lanthimos (La favorita) y protagonizada por Emma Stone (Cruella), Mark Ruffalo (Vengadores: Endgame), Willem Dafoe (El hombre del norte), Ramy Youssef (No te preocupes, no llegará lejos a pie), Christopher Abbott (Los perdonados), Margaret Qualley (El templo) y Jerrod Carmichael (A la de tres), entre otros.

Puramente estadounidense es Miller’s girl, comedia dramática escrita y dirigida por Jade Halley Barlett, que debuta como directora y guionista con esta historia centrada en una joven y talentosa escritora que se embarca en una odisea creativa cuando su profesor le asigna un proyecto que termina por enredarlos a ambos, obligándoles a enfrentarse a lo más oscuro de ellos mismos a medida que sus vidas se entrelazan. Jenna Ortega (serie Miércoles), Martin Freeman (Black Panther: Wakanda forever), Bashir Salahuddin (Top Gun: Maverick), Gideon Adlon (Sick), Dagmara Dominczyk (La hija oscura), Christine Adams (Ruega por nosotros) y André Wilkerson (Stranger next door) son los principales actores.

Estados Unidos y Canadá colaboran en Vive dentro, cinta de terror y suspense en clave dramática que arranca cuando una joven india-estadounidense que rechaza su cultura para encajar entre sus compañeros se ve obligada a aceptar su herencia para salvar a su antigua mejor amiga de un espíritu demoníaco mitológico. Dirigida y coescrita por Bishal Dutta, que debuta en el largometraje, la película está protagonizada por Megan Suri (Dramarama), Mohana Krishnan (serie Frankie), Neeru Bajwa (Snowman), Betty Gabriel (En la autopista), Vik Sahay (Capitana Marvel), Gage Marsh (El que no soy) y Jenaya Ross.

Entre los estrenos puramente europeos encontramos El último soldado, drama británico inspirado en la vida de un veterano real del Día D. La trama arranca cuando este hombre, tras perder a su amada esposa, decide escapar de su hogar de ancianos y emprender un viaje hacia Francia en el aniversario del Desembarco de Normandía. Una odisea con la que profundizará en el espíritu humano y la necesidad de enfrentar los fantasmas del ayer. Terry Loane (Mi socio Mickybo y yo) dirige este film en cuyo reparto destacan los nombres de Pierce Brosnan (Black Adam), Jürgen Prochnow (Operación en Damasco), Claire Rafferty (serie La caza), Desmond Eastwood (serie Normal people), Clémence Poésy (Tenet), James Keating y John Amos (El rey de Zamunda).

Francia, Alemania, España y Bélgica participan en Los tres mosqueteros: Milady, continuación de la película de 2023 Los tres mosqueteros: D’Artagnan con la que se pone fin a esta nueva adaptación de la novela de Alejandro Dumas. Esta parte de la historia se centra en la alianza entre el joven D’Artagnan y Milady para salvar a Constance. Todo ello con la guerra como telón de fondo, en la que participan Athos, Porthos y Aramis. Tanto el director, Martin Bourboulon (Eiffel), como los actores repiten en esta aventura de capa y espada, por lo que en pantalla veremos a François Civil (Un paso adelante), Vincent Cassel (Envidia sana), Romain Duris (Nuestras pequeñas batallas), Pio Marmaï (Zoe y Tempestad), Eva Green (Dumbo), Louis Garrel (La sombra de Caravaggio), Vicky Krieps (La emperatriz rebelde), Lyna Khoudri (Novembre) y Jacob Fortune-Lloyd (Mira cómo corren).

Puramente francesa es Rodeo, drama de 2022 dirigido y coescrito por Lola Quivoron, que de este modo debuta en el largometraje de ficción. La trama tiene como protagonista a una joven inadaptada que sobrevive con pequeños trapicheos. Su pasión por el motociclismo le lleva a conocer a una pandilla de moteros aficionados al motocross sobre asfalto, una moda clandestina en la que la joven se infiltrará hasta que un accidente pone en riesgo su posición en la pandilla. El reparto está encabezado por Julie Ledru, Antonia Buresi (Un escándalo de Estado), Junior Correia, Ahmed Hamdi, Yannis Lafki y Louis Sotton.

En cuanto a los estrenos españoles, Faro mezcla terror y suspense en una trama que arranca después de la muerte accidental de una madre. Su hija y su marido se refugian en un faro para lidiar con el dolor, pero casi desde el primer día las pesadillas se apoderan de la joven, lo que daña aún más la relación con él y les obligará a ambos a aprender a confiar el uno en el otro. Ángeles Hernández (Isaac) dirige y participa en el guion de esta cinta protagonizada por Hugo Silva (Un novio para mi mujer), Zoé Arnao (Las niñas), Sergio Castellanos (Malasaña 32), Irene Montalà (Perdona si te llamo amor) y Noelia Balbo (Varados).

También española, aunque en clave de comedia, es Un mal día lo tiene cualquiera, ópera prima de la humorista Eva Hache (protagonista de Tiempo después). El argumento gira en torno a una mujer que ha logrado independizarse, aunque sea en un pequeño estudio sin calefacción y ruidoso. Ordenada, responsable e incapaz de saltarse las normas, está preparando su tesis doctoral. Pero cuando se encuentra por casualidad con una amiga a la que acaba de dejar el novio, su vida dará un vuelco en una sola noche. Justo la noche anterior a defender su tesis doctoral y dar un nuevo paso adelante en su trayectoria. Ana Polvorosa (La piedad), Agustín Jiménez (Yucatán), Bàrbara Mestanza (serie Amar es para siempre), Juriji Der Klee, Aníbal Gómez (serie Ella es tu padre) y Goize Blanco (Veneciafrenia) son los principales actores.

El último de los estrenos de ficción en imagen real es Presa de su objetivo, thriller de acción producido en Costa Rica que narra cómo una joven que sueña con ser modelo conoce a un reconocido fotógrafo que podría llevarla al éxito. Sin embargo, tras la primera sesión de fotos ella empieza a sospechar que algo malo ocurre. Este segundo largometraje dirigido por Rodrigo Acosta Tannure (Aunque no sea conmigo) está protagonizado por Héctor Soberón (La princesa), Gabriela Borges (serie Corazón valiente), Salomon Ocon (East on Alameda), Isabella Palma, Manu Canales y Fabi Paniagua.

Entre las novedades de animación destaca El fantasma de Canterville, comedia británica dirigida a cuatro manos por Kim Burdon y Robert Chandler, siendo para ambos su primer largometraje como realizadores. La trama arranca cuando una familia se muda de Estados Unidos a Inglaterra para descubrir que su nueva casa está encantada y el fantasma que habita en ella lleva más de 300 años rondando esos terrenos. Sin embargo, el espectro se encontrará con la horma de su zapato cuando intente ahuyentar a los recién llegados. Entre las voces originales podremos distinguir las de Toby Jones (El imperio de la luz), Hugh Laurie (Tomorrowland: El mundo del mañana), Freddie Highmore (Way down), Meera Syal (La almendra y el caballito de mar), Stephen Fry (Un robo inesperado), Imelda Staunton (Downton Abbey: Una nueva era) y Miranda Hart (Emma.), entre otras.

Canadá y Alemania colaboran en Patrick, aventura familiar de animación que narra la historia de una valiente y adorable mariposa con una sola ala que se esconde en un remolque para hacer el viaje de su vida. Lo que no espera es que, acompañado de su mejor amigo y de otra mariposa con miedo a las alturas, se terminará convirtiendo en un héroe inesperado. Ópera prima de Sophie Roy, la película cuenta con las voces originales de Mena Massoud (Tratamiento real), Tatiana Maslany (serie She-Hulk: Abogada Hulka), Val Mervis (Hall), Stephanie Breton (Emptiness), Richard M. Dumont (The journey) y Tristan D. Lalla (Los Estados Unidos contra Billie Holiday).

Desde Francia nos llega Nina y el secreto del erizo, cinta de animación dirigida por Jean-Loup Felicioli y Alain Gagnol (directores de Phantom boy), este último, además, autor del guion de esta aventura sobre una niña a la que le gusta dormirse escuchando las historias de su padre sobre un erizo que descubre el mundo. Pero cuando una noche su padre no sigue ese ritual, su mejor amigo encontrará una solución que les embarcará en una investigación para descubrir un tesoro escondido, y en la que tendrán a su lado al pequeño erizo. Loan Longchamp, Audrey Tautou (Éternité), Guillaume Canet (La belle époque), Keanu Peyran (serie Clem), Guillaume Bats (serie Hero corp) y Patrick Ridremont (Manual de un tacaño) ponen las principales voces originales.

Terminamos con dos documentales. Little Richard: I am everything aborda, como su título indica, la vida y obra del icono del rock and roll que marcó el mundo de la música. Esta producción estadounidense está dirigida por Lisa Cortes (All in: The fight for democracy).

Por último, Sauna cuenta con capital procedente de Estonia, Francia e Islandia para centrar su mirada en las mujeres que acuden a las saunas de humo para compartir sus secretos y experiencias más íntimos, lavando así la vergüenza retenida en sus cuerpos y recuperando la fuerza a través de un sentimiento de comunión. La película está escrita y dirigida por Anna Hints, para quien es su primer largometraje.

1ª T. de ‘She-Hulk: Abogada Hulka’, o cómo acabar con el legado Marvel


Hulk entrena a She-Hulk al comienzo de la serie 'She-Hulk: Abogada Hulka'.

Todo en esta vida puede cambiar y es susceptible de mejorarse, incluso aquellas cosas que parecen perfectas tal y como están. El secreto está en saber qué cambios se deben hacer para no terminar transformando o eliminando aquello que realmente estaba funcionando. Esta reflexión viene a cuento de la primera temporada de She-Hulk: Abogada Hulka en tanto en cuanto forma parte de lo que ha quedado en llamarse el Universo Cinematográfico Marvel. Y es que esta ficción creada por Jessica Gao (guionista en series como Silicon Valley o The mighty B!) rompe por completo los esquemas de lo construido anteriormente, y no precisamente para bien.

Para aquellos que no hayan visto estos 9 episodios, hacer un resumen de la trama es complicado. En pocas palabras, una abogada con cierta reputación y que es prima de Bruce Banner (alias Hulk) termina absorbiendo los poderes de la radiación gamma por accidente, adquiriendo la posibilidad de convertirse en Hulka a su antojo. Esto le reporta una atención y un éxito inesperados, y tendrá que elegir entre su identidad de superheroína y su identidad natural, todo ello mientras se encarga de luchar contra nuevos enemigos y defender a viejos conocidos de su primo. Explicada así, la sinopsis no termina de mostrar un hilo argumental coherente, y en realidad, este es uno de los grandes problemas de la serie. Prácticamente cada episodio (salvo el tramo final) es independiente del anterior, y en una producción de estas características, eso no termina de funcionar.

Aunque en realidad, este es el menor de los problemas. Prácticamente todos los elementos que componen She-Hulk: Abogada Hulka tienen un nivel narrativo o dramático muy bajo, por no decir inexistente. La serie parece estar planteada más como una autoparodia que como un producto que sabe reírse de sí mismo. Y la diferencia es importante, pues el segundo suele estar hecho con la conciencia de ser una comedia; en otras palabras, está «bien hecha», dicho coloquialmente. No es el caso de esta ficción en la que todo parece improvisado, los actores no se sienten cómodos con sus respectivos personajes (al menos los principales) y el desarrollo de la trama va a trompicones hasta un clímax que trata de poner la guinda de un pastel mal cocinado, lo que da como resultado algo bastante peor de lo que cabría esperar.

Curiosamente, uno de los elementos más interesantes de la trama es el modo en que rompe la cuarta pared. El personaje de Tatiana Maslany (serie Orphan Black) logra con acierto hacer partícipe al espectador de las aventuras y desventuras de esta abogada y superheroína, traspasando ciertas fronteras que hasta ahora Marvel nunca había tocado. En cierto modo, esto aporta una frescura interesante al conjunto, ya que logra, por un lado, conocer algo más en profundidad a un personaje bastante planto, y por otro comprender mejor su comportamiento en sociedad frente al que tiene en la intimidad de su hogar. El problema es que esto se diluye en un sinfín de problemas estructurales y narrativos, lo que termina por opacar el acierto o, incluso, ridiculizarlo hasta convertirlo, de nuevo, en un mal reflejo de sí mismo.

Tatiana Maslany y Ginger Gonzaga, amigas y compañeras en la primera temporada de 'She-Hulk: Abogada Hulka'.

Menos digital, por favor

Y luego está la parte visual, o mejor dicho, la digital. She-Hulk: Abogada Hulka es el claro ejemplo de que no todo vale a la hora de utilizar efectos digitales, captura de movimiento o animación por ordenador. Lo que en las primeras películas de La Casa de las Ideas fue un logro admirado por muchos de los que trataban de seguir su estela de éxitos se ha convertido aquí en un diseño apresurado e infantil, notándose en algunos momentos una falta de naturalidad en los movimientos y en las texturas tan evidente que resulta hasta impactante. Si la parte dramática y argumental ya rebaja mucho las expectativas, este diseño visual aporta al conjunto un tono de serie B que no encaja con lo que, en teoría, quiere tratar en el desarrollo de su protagonista. Posiblemente lo más llamativo sea el final, que trata de plantear las bases para un futuro desarrollo de personajes como Hulk, pero lo hace de un modo tan infantil que rebaja las expectativas de lo que pueda llegar.

Posiblemente esta idea, la de infantilizar el producto y a los personajes, sea el denominador común de la serie. Desconozco si es algo buscado o algo inesperado, pero en cualquiera de los casos ni el resultado ni la aceptación han sido muy positivos. Es cierto que Marvel siempre ha jugado con ese delicado equilibrio entre acción, humor y espectacularidad, pero lo ha hecho, al menos hasta el momento, tomándose en serio las historias que contaba, por muy fantásticas o imposibles que fueran. El resultado podía ser mejor o peor, pero el estilo siempre permanecía. Ahora no. Da la sensación de que, para buscar y ganar un público más joven adicto a las redes sociales, se ha entregado a un concepto audiovisual que, curiosamente, ha generado rechazo entre aquellos que sí defendieron las películas de los primeros personajes hace ya más de una década.

En teoría, estas miniseries están sirviendo para, por un lado, continuar algunos arcos narrativos de personajes que ya se conocían, y por otro, introducir nuevos protagonistas para futuras historias. La duda que se plantea viendo esta producción es si el tono continuará como hasta ahora o si, por el contrario, se afrontará el futuro con algo más de autoestima en el tratamiento argumental. Sea como fuere, la serie de este personaje femenino ha fallado en prácticamente todos los elementos, comenzando por un arco narrativo carente de una continuidad clara. Buena parte de este problema viene derivado de los villanos. No porque no tengan la entidad suficiente (que no la tienen), sino porque son demasiados antagonistas para tan pocos episodios. Esto impide conocer sus motivaciones y su evolución dentro de una trama en la que, dicho sea de paso, entran y salen como si fueran secundarios, lo que a la postre añade más piedras en el camino de un desarrollo que ya de por sí tiene dificultades.

La verdad es que She-Hulk: Abogada Hulka es una producción fallida. Su principal problema es una falta de objetivo, de lo que se quiere narrar y del viaje que debe hacer la protagonista. Sí, en líneas generales se trata de que la heroína acepte su nueva condición y contribuya a luchar contra el mal no solo en los tribunales, sino con los puños. Pero la falta de un desarrollo coherente y de una línea más o menos continua en sus conflictos internos y externos juega en su contra hasta el punto de desconectar al espectador de lo que está viendo. Y desde luego, no contribuye en nada que el apartado visual sea tan débil o que se introduzcan elementos juveniles que encajan poco o nada en el resto de la historia. Eso por no hablar del tratamiento de los personajes secundarios, algunos planteados únicamente como elementos a utilizar cuando conviene, y otros con una proyección que luego se queda en humo. Una lástima, porque podría haber sido uno de los personajes más interesantes de la nueva hornada de superhéroes que prepara Marvel para esta nueva etapa.

‘What if…?’ abre la puerta al multiverso de Marvel en su 1ª T.


La primera temporada de 'What if...?' presenta un mundo alternativo en el que Steve Rogers no se convirtió en el Capitán América.

Casi sin querer, Marvel ha construido todo un imperio cinematográfico. Y digo «casi sin querer» porque puede parecer fácil lograr el éxito y hacer taquilla con la interminable lista de superhéroes que tiene la Casa de las Ideas, pero quizá la mejor prueba de que no es tan sencilla está, precisamente, en su competidor en las viñetas, DC, cuya trayectoria en el cine ha sido errática, por decirlo de algún modo. La apuesta parece clara. Primero, presentar a los principales héroes de este Universo Cinematográfico: Iron Man, Capitán América, Thor, Viuda Negra, Hulk… ¿Y después? Pues después ya llega el momento de abrir el abanico. La serie que nos ocupa ahora, What if…? da una vuelta de tuerca no solo para expandir el ese Universo, sino para reinterpretar lo que los fans ya conocen.

Creada por Matthew Chauncey y A.C. Bradley, y dirigida íntegramente por Bryan Andrews (serie Las aventuras de Jackie Chan), los 9 episodios de la primera temporada plantea diferentes escenarios de lo que habrían sido las historias que aquellos que hayan visto las películas ya conocen. Y lo hace de un modo muy inteligente, planteando en un primer momento historias independientes para, en último término, diseñar un final común y épico. En realidad, no es diferente a lo visto a lo largo de los años en la pantalla grande, pero la originalidad aquí reside en el componente del Multiverso que, a tenor de lo visto en algunos avances, parece que va a ser el siguiente paso en la estrategia marvelita. Sea como fuere, nos encontramos ante una serie que, lejos de continuar las historias cinematográficas, opta por manipularlas, dotarlas de nueva vida y convertirlas en un producto totalmente novedoso, dinámico e irónico, muy irónico.

En realidad, esta primera temporada es la mejor forma para entender ese concepto del multiverso que puede parecer complejo. A través de un personaje como El Vigilante (al que da voz Jeffrey Wright -serie Westworld-), los capítulos de What if…? (traducido al español, ¿Qué pasaría si…?) se desarrollan bajo un paraguas común pero diferente. Me explico. La narrativa utilizada por sus creadores invita al espectador a reinterpretar los mitos superheroicos ya conocidos: la transformación del Capitán América, la formación de los Guardianes de la Galaxia, la relación entre Thor y Loki, la evolución de Doctor Strange… Todos los episodios, o al menos la gran mayoría, presentan esa sensación de estar ante algo conocido, algo común entre todos ellos. Pero en ningún caso se especula con la posibilidad de que cada trama transcurra en un universo diferente. Hasta el final. Los últimos episodios rompen por completo la dinámica no solo narrativa, sino también conceptual.

Si al comienzo de la temporada eran tramas autoconclusivas, el tramo final presenta un arco común que profundiza un poco más en lo visto durante los primeros pasos de la producción. Y si lo que se contaban eran historias que reinterpretaban las historias que, por cierto, transcurren todas en una misma realidad, ese último tercio lo que plantea es que todas esas variantes corresponden cada una a una realidad diferente y paralela, es decir, a los diferentes universos que existen. También el papel de ese Vigilante varía, pasando de ser un ente pasivo a implicarse e influir en la historia. Esta evolución de la serie, por tanto, se produce a todos los niveles, llevando al espectador a través de una serie más compleja de lo que aparenta ser, a la vez que entretenida, dinámica y fresca. Y por si había alguna duda tras ver las películas, la principal motivación de esta ficción, sobre todo en lo referente a los villanos, es el poder.

En una de las realidades alternativas de la primera temporada de 'What if...?' los Guardianes de la Galaxia no son exactamente iguales.

El poder absoluto

Más concretamente, la búsqueda del poder absoluto. A diferencia de lo que pueda creerse, esta primera temporada de What if…? no es una revisión de los hechos cinematográficos con un cambio de personajes. O lo que es lo mismo, no es volver a contar las películas (resumidas, claro está) pero cambiando a los protagonistas. Lógicamente, hay algunos acontecimientos comunes, pero el grueso de la trama de cada capítulo es completamente diferente. Y en todos ellos esa búsqueda del poder que mencionaba antes es lo que mueve a los personajes, ya sea para hacer el bien o para destruir. En este sentido, la serie plantea una interesante reflexión sobre la corrupción del poder y cómo conseguirlo por cualquier medio puede acabar haciendo daño no solo al mundo, sino a nosotros mismos. No en vano, el final de esta primera temporada es, precisamente, el conflicto aparentemente interminable entre dos seres que se enfrentan para conseguir la fuente de ese poder.

Pero más allá de esto, más allá de villanos y el poder, esta ficción se construye también sobre el miedo y el dolor. Estas son las otras dos grandes motivaciones que hacen avanzar la trama, sobre todo en su tramo final. El personaje de El Vigilante, sin ir más lejos, decide abandonar su neutralidad por miedo. Es importante señalar en este caso el uso que se hace del narrador omnisciente y la ruptura de esa especie de cuarta pared. Toda la serie está planteada como un grupo de historias cortas en las que el espectador es guiado por el personaje al que pone voz Wright, quien le muestra las diferentes historias. Sin embargo, a lo largo de la temporada hay varios momentos en los que los creadores de esta ficción introducen, primero sutilmente y luego algo más evidente, la posibilidad de que también puedan ver a ese personaje, algo que se manifiesta en todo su esplendor en los últimos episodios. Esta forma de romper esa frontera poco a poco puede que sea uno de los aspectos menos relevantes de toda esta primera etapa, pero sin duda es de los mejor trabajados.

Y para los más fans de estos personajes y sus películas, Marvel tiene una pequeña sorpresa en el aspecto formal de la serie. La animación diseñada, algo diferente para los tiempos que corren, utiliza a los actores originales como modelos para diseñar a los personajes. A todos los personajes, ya sean protagonistas o secundarios. Una forma de dar continuidad a este Universo Cinematográfico que abre la puerta a nuevas historias, nuevos mundos y nuevos personajes reconocibles para el espectador. Pero no contentos con eso, la mayor parte de los héroes y heroínas que aparecen en la producción cuentan con las voces de los actores originales, estableciendo una conexión y una línea argumental común que alimenta el fenómeno fan.

Pero independientemente de esto, What if…? es un producto con el que disfrutar de un relato bien construido cuyos giros argumentales, sobre todo hacia el final de esta primera temporada, convierten una aparente producción episódica en una montaña rusa de revelaciones y reinterpretaciones. Es cierto que es una serie para los seguidores, pues sin haber visto las películas posiblemente no se comprendan algunas de las historias y, desde luego, se perderán muchos detalles. Pero incluso sin haberse acercado a este mundo superheroico, el espectador puede disfrutar de una interesante concepción dramática que evoluciona para introducir el concepto del multiverso.

‘Las aventuras del Doctor Dolittle’ le llevan a ‘Aguas oscuras’


Estrenados prácticamente todos los títulos que competirán en las principales categorías de los Oscar, enero encara su recta final con novedades que, si bien no se presentan con el aval de premios y nominaciones, sí lo hacen con nombres e historias capaces de atraer al público a las salas. Este viernes día 24 son varios los estrenos, la mayoría de ellos procedentes de Europa, Sudamérica y Extremo Oriente.

Pero arrancamos con Las aventuras del Doctor Dolittle, comedia familiar hollywoodiense que vuelve a llevar a la gran pantalla al protagonista de la serie de novelas creadas por Hugh Lofting. Ambientada en la Inglaterra victoriana, la historia sigue al excéntrico y reputado veterinario que, tras perder a su mujer hace siete años, se encerró tras los muros de su mansión con la única compañía de animales exóticos. La enfermedad de la joven reina le obligará a dejar su retiro y embarcarse en una aventura para encontrar la cura en una mítica isla, enfrentándose por el camino a viejos adversarios y a sus propios demonios, y contando con la ayuda de una joven autoproclamada aprendiz y una corte de animales con los que puede comunicarse. Dirigida por Stephen Gaghan (Gold, la gran estafa), la cinta está protagonizada por Robert Downey Jr. (Vengadores: Endgame), Harry Collett (Dunkerque), Antonio Banderas (Dolor y gloria), Michael Sheen (El apóstol) y Jim Broadbent (Rey de ladrones), a los que se suman las voces de Rami Malek (Bohemian Rhapsody), Octavia Spencer (El sótano de Ma), Kumail Nanjiani (serie Silicon Valley), John Cena (Dos padres por desigual), Emma Thompson (Men in Black: Internacional), Tom Holland (Spider-Man: Lejos de casa) y Ralph Fiennes (Secretos de Estado).

También procede de Estados Unidos Aguas oscuras, drama basado en un hecho real revelado en un artículo del New York Times Magazine que tiene como protagonista a un abogado que descubre la conexión entre un número creciente de muertes inexplicables y una de las corporaciones más grandes del mundo. En su lucha por defender a aquellos que no pueden defenderse y sacar a la luz los hechos arriesgará no solo su futuro, sino su familia y su propia vida. Todd Haynes (Carol) se pone tras las cámaras para dirigir a Mark Ruffalo (Vengadores: Infinity War), Anne Hathaway (Serenity), Tim Robbins (Marjorie Prime), Bill Camp (Joker), Victor Garber (Rebelde entre el centeno), Mare Winningham (La gaviota), William Jackson Harper (Midsommar) y Bill Pullman (The equalizer 2), entre otros.

Pasamos ahora a los estrenos europeos con Te quiero, imbécil, comedia española dirigida por Laura Mañá (La vida empieza hoy) cuya trama arranca cuando a un joven le deja su novia justo cuando iba a pedirle matrimonio, pierde su empleo y se ve obligado a volver a vivir con sus padres. Ante semejante situación decide reinventarse y triunfar, pero no sabe cómo, por lo que acude al único sitio en el que todo se puede encontrar: internet. Y mientras intenta seguir los consejos de un youtuber, la vida sigue entre amigos, viejas conocidas y nuevas jefas. Quim Gutiérrez (Ventajas de viajar en tren), Natalia Tena (serie Juego de tronos), Ernesto Alterio (Lo dejo cuando quiera), Alfonso Bassave (Que Dios nos perdone) y Alba Ribas (100 metros) encabezan el reparto.

Desde Alemania nos llega Cerca del horizonte, drama romántico basado en la historia real de la novel escrita por Jessica Koch, en la que una joven con un futuro prometedor y sin complicaciones en su vida conoce a un chico que tiene todo con lo que ella sueña. Fascinada por él, poco a poco descubrirá quién se esconde tras la fachada construida con tanto esmero, y juntos deberán enfrentarse a los prejuicios y la exclusión en una carrera contra el tiempo. Dirigida por Tim Trachte (Abschussfahrt), la cinta está protagonizada por Luna Wedler (Streaker), Jannik Schümann (El día que vendrá), Luise Befort (Jesus cries), Jamie Bick (Loverboy), Julia Eiber (Die goldfische) y Nicola Gründel (Ein weihnachtslied).

El país germano también está presente, junto a Suecia y Noruega, en Sobre lo infinito, cinta escrita y dirigida por Roy Andersson (Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia) que, en clave dramática, realiza una reflexión en torno a la vida, su belleza y su crueldad, todo ello en un marco bélico que ofrece un caleidoscopio de la vulnerabilidad de la existencia. Entre los numerosos actores que componen el elenco destacan Jessica Louthander, Martin Serner, Tatiana Delaunay, Anders Hellström, Jan-Eje Ferling (Juni) y Thore Flygel (Apan).

Aunque sin duda la cinta más internacional es Dios es mujer y se llama Petrunya, drama con capital macedonio, belga, francés, croata y esloveno que narra como en un pequeño pueblo de Macedonia, cada mes de enero, el sacerdote local arroja una cruz de madera al río en una ceremonia en la que cientos de hombres se lanzan al agua para conseguirla, pues quien lo logre tendrá garantizada la buena suerte durante todo el año. Pero cuando la coge una mujer estalla la furia de una sociedad que lo considera una afrenta a un ritual tradicionalmente masculino. Dirigida por Teona Strugar Mitevska (The woman who brushed off her tears), la película está protagonizada por Zorica Nusheva, Labina Mitevska (7 avlu), Stefan Vujisic y Suad Begovski.

Pasamos ahora a las novedades procedentes de Sudamérica, entre las que destaca Ema, film chileno dirigido por Pablo Larraín (Jackie) que combina drama y música para contar la historia de una bailarina de reguetón que, tras un traumático incidente que cambia su vida y su matrimonio por completo, decide embarcarse en una odisea de liberación personal. El reparto está encabezado Mariana Di Girolamo (Aquí no ha pasado nada), Gael García Bernal (serie Mozart in the jungle), Santiago Cabrera (serie Big little lies), Giannina Fruttero (serie Zamudio) y Catalina Saavedra (Marilyn).

China, en colaboración con Francia, produce El lago del ganso salvaje, historia escrita y dirigida por Yi’nan Diao (Ye che) que tiene como protagonista a un gángser de nivel medio. El día que sale de la cárcel se ve involucrado en una reunión de bandas que termina con un policía muerto. Huyendo de las bandas y del dispositivo policial se encuentra con una prostituta de cuyas intenciones sospecha, pero que es su única vía de salvación, por lo que deberá enfrentarse a los límites que está dispuesto a sacrificar. Lun-Mei Kwei (The big call), Ge Hu (1911), Fan Liao (La ceniza es el blanco más puro), Regina Wan (Xin li zui) y Zeng Meihuizi son los principales actores.

Puramente asiática, en este caso de Japón, es la cinta de animación Los niños del mar, adaptación del manga de Daisuke Igarashi cuyo argumento gira en torno a una joven adolescente de padres separados. Su padre trabaja en el acuario local, donde pasa mucho tiempo fascinada con las especies que allí viven. Todo cambia cuando conoce a dos chicos que son trasladados al acuario, pues la joven comprenderá que tiene una conexión especial con el océano, al igual que los dos chicos. Pero el poder de sus dos nuevos amigos parece interponerse con los intereses del acuario. Dirigida por Ayumu Watanabe (Doraemon y el pequeño dinosaurio), la película cuenta con las voces originales de Mana Ashida (Pacific Rim), Hiiro Ishibashi, Seishû Uragami (Tomodachi gêmu gekijouban) y Win Morisaki (Ready Player One).

Terminamos con el documental Cholitas, producción boliviana escrita y dirigida a cuatro manos por Pablo Iraburu (Oskara) y Jaime Murciego, para quien es su ópera prima. El film muestra la vida de cinco mujeres indígenas que con su vestimentas tradicionales lograron ascender los 6.962 metros del Aconcagua, la montaña más alta de América.

‘Vengadores: Endgame’: y Marvel reinventó el cine


En una época de series y consumo inmediato, Marvel ha logrado, una vez más, lo imposible: que nos sentemos tres horas seguidas para ver lo que podría calificarse como el evento del año… no, de la década… no, del cine moderno. No dudo que haya detractores del cine de superhéroes, considerándolo poco menos que un producto de marketing pensado para adolescentes y frikis. Y aunque haya algunas películas que puedan responder a ese estereotipo, la Casa de las Ideas ha demostrado que este género es algo más. Vengadores: Endgame es la prueba definitiva de ello.

La película de los hermanos Russo, autores la precedente Vengadores: Infinity war, es sencillamente indescriptible. Y contrariamente a lo que pueda pensarse, no lo es por el aluvión de efectos digitales que contiene. Ni siquiera por la inmensidad de su trama. Lo es por la complejidad de sus personajes, por el desarrollo dramático de unos acontecimientos trágicos y traumáticos y el modo en que un grupo de personajes deciden afrontarlos. Esto confirma que toda buena película necesita explorar las motivaciones, los miedos y los deseos de sus personajes, llevarlos a situaciones límite y mostrar cómo reaccionan ante ellas. Y da igual cuál sea el contexto. En el caso que nos ocupa, todo ello con un inteligente toque humorístico en los momentos adecuados, aliviando la tensión dramática. El único problema, si es que puede considerarse así, es que existen tantos personajes que muchos quedan relegados a meros testimonios presenciales.

Pero Vengadores: Endgame es más, muchísimo más. Ahora que las series de televisión parecen haberse adueñado del entretenimiento, esta película confirma que si la pequeña pantalla puede beber de influencias cinematográficas, el séptimo arte puede hacer lo propio con el formato episódico. Desde este punto de vista, esta conclusión podría entenderse como el último capítulo de una primera temporada que ha durado 11 años y ha tenido 22 capítulos. Y en cierto modo, así está planteado. Desde que se estrenara Iron Man en 2008 todo lo que se ha visto en cada una de las películas estaba perfectamente planificado para formar parte de una macrohistoria mucho mayor y compleja que ha derivado en este ‘fin de partida’. No se trata simplemente de presentar personajes y juntarlos luego en otra película. No, cada acontecimiento, cada cambio, trauma, decisión y victoria (o derrota) han definido todo para llegar a este punto. Y esa es la esencia misma de cualquier producción seriada.

Y por si hubiera dudas de ello, la propia estructura dramática del film se encarga de asentar la idea. A lo largo de su desarrollo (y sin desvelar nada de la trama), la cinta viaja por el pasado de los personajes y por momentos de otros títulos de Marvel tanto física como psicológicamente. El espectador asiste a una introspección mucho mayor de los héroes que durante más de una década le han acompañado. Se produce así una mayor comprensión de sus motivaciones, de sus decisiones, de su ira y su temor. Pero sobre todo se logra un grado de empatía con todos ellos difícil de alcanzar en un film normal y corriente. A esto contribuye, claro está, haberles visto crecer a lo largo de cada film. Posiblemente muchos ya os hayáis dado cuenta, pero esta descripción de personajes es exactamente la misma que se puede hacer en una serie, que basa buena parte de su éxito en que los personajes pueden desarrollarse durante más tiempo que en una película.

Si no he mencionado nada de los efectos especiales o la acción no ha sido deliberado. Es sencillamente que la profundidad dramática de la cinta relega las espectaculares batallas a un segundo plano. Tal es la complejidad de Vengadores: Endgame. Y tal es el homenaje que Marvel rinde a sus fans, a los que ofrece un producto final más que excepcional. Los hermanos Russo, con su habitual y notable pulso narrativo, logran que las tres horas de duración sean un suspiro. Su sello se deja ver en cada plano, especialmente en ese combate final con plano secuencia marca de la casa. ¿Y el final? Pues el que debería ser, ni más ni menos, títulos de créditos incluidos. La película deja clara una cosa: que es el fin de una era y que nada volverá a ser lo mismo. Pero también deja la sensación de estar ante algo tan grandioso que será difícil de superar, tanto en espectacularidad como en carisma de sus protagonistas. En los años 60 Marvel revolucionó los cómics; ahora ha hecho lo mismo con el concepto mismo del cine, traspasando la propia dimensión de película autoconclusiva o de la secuela.

Nota: 9,5/10

Y once años después llega el final del viaje de ‘Vengadores’


Ha pasado más de una década desde aquel Iron Man que supuso el pistoletazo de salida para el Universo Cinematográfico Marvel. Y este viernes 26 de abril es la fecha elegida para la conclusión de ese viaje por el que han pasado multitud de superhéroes. Aunque no es el único estreno, más bien al contrario. Más de una decena de títulos completan la oferta que llega a las salas de toda España.

Pero comencemos por Vengadores: Endgame, continuación de Vengadores: Infinity war que adelanta su estreno al jueves y que vuelve a estar dirigida por los hermanos Anthony y Joe Russo (Capitán América: Civil War). Su historia aborda la decisión que toman los Vengadores que han sobrevivido a la decisión de Thanos de acabar con la mitad de la población del Universo. Los supervivientes deberán hacer acopio de todas sus fuerzas y su determinación para enfrentarse una última vez a un enemigo aparentemente invencible. Aventura, acción y unos colosales efectos especiales es lo que plantea esta conclusión a 22 películas en estos años, y en la que estarán presentes todos los superhéroes de la Casa de las Ideas que ya han pasado por la gran pantalla. Así, el reparto está encabezado por Robert Downey Jr. (El juez), Chris Evans (Un don excepcional), Chris Hemsworth (Malos tiempos en El Royale), Mark Ruffalo (Spotlight), Chadwick Boseman (Dioses de Egipto), Don Cheadle (serie House of lies), Brie Larson (La habitación), Scarlett Johansson (Una noche fuera de control), Paul Rudd (Mute), Dave Bautista (Hotel Artemis), Tom Holland (Z, la ciudad perdida), Evangeline Lilly (Acero puro), Josh Brolin (Deadpool 2), Jeremy Renner (La llegada) y Sebastian Stan (La suerte de los Logan).

También estadounidense es el western Sin piedad, segunda película como director del actor Vincent D’Onofrio (serie Daredevil), quien también se reserva un papel en este drama biográfico en torno a las legendarias figuras de Pat Garrett y Billy el Niño. La trama arranca cuando un joven se ve obligado a atravesar el suroeste de Estados Unidos para salvar a su hermana de su despiadado tío. Por el camino se cruza con el sheriff y el famoso forajido, envueltos en un juego del gato y el ratón en el que el joven deberá elegir bando y demostrar a su familia qué tipo de hombre es. Entre los principales actores destacan el debutante Jake Schur, Ethan Hawke (Los siete magníficos), Dane DeHaan (Valerian y la ciudad de los mil planetas), Leila George (Mortal engines), Chris Pratt (quien también está presente en Vengadores: Endgame) y Adam Baldwin (serie The last ship).

Estados Unidos y Chile colaboran en Gloria Bell, comedia dramática con toques de romance de 2018 que reinterpreta Gloria, la película chilena de 2013. La cinta sigue la vida de una mujer divorciada de espíritu libre cuyos días pasan en una oficina y sus noches en una pista de baile. Una noche conoce a un hombre que le abrirá las puertas a un nuevo amor, pero también a las dificultades del mundo de las citas, la identidad y la familia. Sebastián Lelio, director del film original, se pone tras las cámaras de esta nueva versión que cuenta con Julianne Moore (El séptimo hijo), John Turturro (Transformers: El último caballero), Jeanne Tripplehorn (Un marido perfecto), Sean Astin (serie Stranger things), Michael Cera (Tyrel), Brad Garrett (Not fade away) y Alanna Ubach (Hasta los huesos) como principales actores.

Pasamos ahora a los estrenos europeos, y lo hacemos con La importancia de llamarse Oscar Wilde, coproducción de 2018 con capital británico, belga, italiano y alemán. Escrita, dirigida y protagonizada por Rupert Everett, supone el debut tras las cámaras del actor de Noche real (2015). El argumento aborda los últimos momentos del escritor, que en su lecho de muerte repasa su vida, sus momentos más oscuros y el apoyo incondicional de sus amigos. Junto a Everett completan el reparto Colin Firth (Kingsman: El Círculo de Oro), Colin Morgan (serie Humans), Emily Watson (En la playa de Chesil), Edwin Thomas, Tom Wilkinson (Negación) y Anna Chancellor (El último acto).

Entre los estrenos españoles destaca La pequeña Suiza, comedia dirigida por Kepa Sojo (El síndrome de Svensson) que transcurre en un imaginario pueblo castellano ubicado en el centro del País Vasco. Sus habitantes solicitan formar parte del territorio vasco, algo a lo que se niega el gobierno de la comunidad. Sin embargo, un curioso hallazgo llevará a los osados habitantes a pedir una nueva anexión, aunque en este caso nada menos que a Suiza. Entre los principales intérpretes encontramos a Maggie Civantos (serie Vis a vis), Jon Plazaola (Villaviciosa de al lado), Ingrid García Jonsson (Toro), Secun de la Rosa (El bar), Enrique Villén (Las aventuras de Moriana), Ramón Barea (Bajo la piel de lobo) y Antonio Resines (La reina de España).

También española es The invocation of Enver Simaku, thriller de terror ambientado en la Albania de 1997, cuando un hombre regresa a ese país para investigar el asesinato de su esposa después de casi dos décadas en las que una imagen de vídeo, deteriorada y casi fantasmagórica, le ha obsesionado. Su investigación le llevará a sumergirse en un mar de grabaciones, expedientes y visiones del más allá. Escrita y dirigida por Marco Lledó Escartín (Los ajos quemados), la cinta está protagonizada por Julien Blaschke (La piel fría), Antonio de la Cruz (Nacida para ganar), Laertis Vasiliou (Agon), Viktor Zhusti (Delegacioni) y Piro Milkani (Fraktura), entre otros.

El drama histórico está representado por La portuguesa, adaptación a la gran pantalla de la novela de Robert Musil que narra cómo el miembro de una familia italiana busca un matrimonio en Portugal. Tras regresar de su viaje de luna de miel, se ve envuelto en la guerra con las fuerzas del Episcopado de Trento. La llegada de la extranjera aporta más tensión en el seno familiar, pero con el fin de la guerra su figura, y la de los portugueses, podría perderse en el día a día familiar. Rita Azevedo Gomes (La venganza de una mujer) dirige esta producción portuguesa protagonizada por Clara Riedenstein (John from), Marcello Urgeghe (The secret agent), Ingrid Caven (Deepfrozen), Rita Durão (Quaresma) y Pierre Léon (La France).

Rusia y Francia coproducen Leto, biopic romántico con trasfondo musical que aborda la escena del rock de principios de los 80 en Leningrado y, en concreto, la figura de Viktor Tsoï, un joven músico que creció escuchando a grandes estrella del rock. Su encuentro con su ídolo Mike y su esposa cambiará su destino, construyendo juntos una leyenda inmortal. Dirigido por Kirill Serebrennikov (Traición), el film cuenta con los actores Teo Yoo (Equals), Irina Starshenbaum (Attraction) y Roman Bilyk dando vida al trío protagonista.

La cinta más internacional de la semana es Familia sumergida, película con capital argentino, noruego, brasileño y alemán con la que debuta como directora de largometrajes la actriz María Alche (Me casé con un boludo). Este drama arranca cuando una mujer se enfrenta a la muerte de su hermana y a vaciar la casa familiar de Buenos Aires. En ese proceso conoce a un amigo de su hija cuya presencia en la vivienda dará lugar a viajes y aventuras juntos. Uno de esos días, además, recibe una llama de un pariente lejano para una reunión, mientras en su casa mantiene diálogos con otros familiares de otra dimensión. El reparto está encabezado por Mercedes Morán (Maracaibo), Esteban Bigliardi (La cordillera), Marcelo Subiotto (La luz incidente), Ia Arteta y Laila Maltz (Adiós entusiasmo).

Pasamos a los estrenos de animación. Buñuel en el laberinto de las tortugas adapta la novela gráfica homónima de Fermín Solís que aborda la historia del famoso director de cine justo después de rodar su primera película, La Edad de Oro. A pesar de ser una de las principales figuras del movimiento surrealista, Buñuel encuentra muchas dificultades para financiar su siguiente proyecto, un documental sobre Las Hurdes, una de las regiones más pobres y olvidadas de España. Por ello, el escultor Ramón Acín compra un billete de lotería prometiendo que, si toca, pagará la producción. La suerte se pone de su lado y comienza un viaje con el que Luis se convertirá en Buñuel. Dirigida por Salvador Simó (Petualangan singa pemberani), esta coproducción entre España, los Países Bajos y Alemania cuenta con las voces principales de Jorge Usón (Los futbolísimos), Fernando Ramos, Luis Enrique de Tomás y Cyril Corral.

Con algo de retraso, aunque estrenada el jueves 25, llega Mutafukaz, aventura animada de 2017 que une acción y comedia en una trama que sigue la vida de un pobre diablo que malvive en una mega-urbe infestada de bandas violentas, policías corruptos y buscavidas sin escrúpulos. Un día, durante su trabajo como repartidor, sufre un accidente a partir del cual empieza a tener visiones de seres monstruosos por toda la ciudad. Con capital francés y japonés, y dirigida a cuatro manos por Shôjirô Nishimi y Guillaume Renard, autor del cortometraje en el que se basa esta historia, entre las voces originales de esta cinta destacan las de Orelsan (Comment c’est loin), Gringe (serie Bloqués), Redouanne Harjane (Prêt à tout), Féodor Atkine (Road games) y Julien Kramer.

La última de las novedades animadas es Terra Willy: Planeta desconocido, comedia de nacionalidad francesa que dirige Eric Tosti, y con la que debuta en el largometraje tras varios años en televisión. El argumento arranca cuando un niño que viaja por el espacio con sus padres sufre un accidente, su nave se destruye y él sale despedido en una cápsula de emergencia a un planeta desconocido. Separado de sus padres, buscará la forma de reencontrarse con ellos, al tiempo que explora este nuevo mundo acompañado de un robot de supervivencia y de un amigo alienígena. Timothé Vom Dorp (El hijo de Jean), Edouard Baer (Astérix & Obélix: Al servicio de su majestad), Marie-Eugénie Maréchal, Guillaume Lebon (L’enfant prodige) y Barbara Tissier (Carences) ponen las principales voces.

Para terminar, dos documentales. La canción de nuestra vida, producción estadounidense de 2016 escrita y dirigida por el cantante Rory Feek (Josephine), aborda la vida de su esposa, la también cantante Joey Feek. La cinta narra la lucha de la mujer contra el cáncer mientras afrontan el mayor reto de sus vidas: el nacimiento de su hija con Síndrome de Down, con el que decidieron aparcar sus carreras musicales y establecerse en una pequeña granja en la comunidad que amaban.

Del presente año es Azul Siquier, producción escrita y dirigida por Felipe Vega (Nubes de verano) que sigue el trabajo y la pasión por la fotografía de Carlos Pérez-Siquier, fotógrafo almeriense que lleva toda la vida enfrentado a la luz y el color de su tierra para tratar de captarla con su cámara. A través de su visor el director realiza una descripción de este arte y del artista con una mirada llena de humor y melancolía.

‘Vengadores: Infinity War’: infinitamente Marvel


Han pasado 10 años desde aquella primera aventura de Iron Man. 10 años en los que Marvel ha construido, algunas veces con más acierto que otras pero siempre con mimo y cuidado, todo un universo en el que poder desarrollar las aventuras de sus personajes, sus motivaciones, sus debilidades y los conflictos que les definen a lo largo de los años. Y todo eso desemboca aquí, en una macroproducción superheróica en la que nada se deja al azar y todo, absolutamente todo, tiene un objetivo: convertir a este film en el mayor espectáculo de la historia. Que lo haya conseguido o no es cuestión de puntos de vista, pero algo queda claro: se puede conseguir.

Porque en efecto, Vengadores: Infinity war es un espectáculo. Pero también es una historia, un drama capaz de generar desasosiego, de enfrentar a estos personajes capaces de cosas extraordinarias ante un enemigo invencible, ante ese desafío que, como se menciona en la película, les hará fracasar estrepitosamente. Toda historia debe construirse, al menos en teoría, sobre un crecimiento constante de tensión, de acción o de drama. En el cine de superhéroes esto, habitualmente, se traduce en combates que ponen al héroe ante un desafío cada vez mayor que debe superar para, al final, enfrentarse a la gran amenaza. Y aunque esta cinta de los hermanos Russo (Capitán América: El soldado de invierno) responde a esa idea, ese crecimiento dramático está construido sobre desafíos fallidos, sobre una lucha en la que el villano vence constantemente, hasta un final que… que aquí no revelaré, pero que puede generar cierto desasosiego.

Se trata, por tanto, de una producción compleja, de una obra de arte del género que merece ser reconocida como tal. Nada de enfrentamientos cuyo final se conoce de antemano; nada de momentos narrativos que restan ritmo al conjunto. Todo en el film se construye con el único objetivo de ofrecer una historia dinámica, profunda, en la que las motivaciones son lo primero y los efectos (sencillamente espectaculares, dicho sea de paso) lo segundo. Es más, pocas veces podrá verse que uno de los momentos más dramáticos de un film lo protagonice un villano que debe luchar entre lo que persigue y la única persona a la que alguna vez ha querido. Y los hermanos Anthony y Joe imprimen al conjunto un estilo visual brillante, aprovechando al máximo los planos generales de las batallas y las posibilidades de los numerosos superhéroes que aparecen a lo largo del metraje.

Desde luego, Vengadores: Infinity War es la cinta que todo fan lleva esperando 10 años. Pero es más. Es un relato sobre el fracaso, sobre la lucha contra un destino que parece escrito y que es incapaz de ser cambiado. Una lucha frustrante, en definitiva. Y no hay nada más satisfactorio, dramáticamente hablando claro esta, que ver a un héroe caído para volver a levantarse. Y dado que en este caso son decenas de ellos, la sensación agridulce que deja el final del film se multiplica de forma exponencial. Ahora sí, Marvel ha logrado alcanzar un clímax dramático en su cine, un nivel que posiblemente no sea tan adulto como el de su principal competidor, DC Cómics, pero sin duda sí ha sabido profundizar más que en otras ocasiones. Y desde luego, ha dado una lección sobre cómo construir este tipo de relatos tan complejos, cómo introducir a cada uno de los personajes y cómo mostrar la derrota individual de cada uno. ¿Tiene algo malo entonces? Bueno, mucha gente la verá sólo como una más de superhéroes. Y, por supuesto, que hay que esperar un año para el desenlace.

Nota: 9/10

‘Thor: Ragnarok’: un señor del trueno psicodélico


Es curioso, pero en Marvel siempre hay algún personaje que, por el motivo que sea, se queda en un limbo incapaz de definirle en un marco concreto. El Dios del Trueno ha sido, desde el principio, uno de esos personajes. Tres son sus aventuras en solitario, y tres las diferentes visiones del personaje que se han dado. Que esta última vaya a ser la definitiva parece algo evidente a tenor del éxito que está teniendo, pero la pregunta es si realmente es la versión idónea de Thor.

Posiblemente no, pero a tenor del final de Thor: Ragnarok, eso no es algo demasiado importante. Y es que esta tercera entrega del personaje parece más un camino hacia la madurez que una mera representación algo cómica y autoparódica de este superhéroe de cómic. Con un estilo que recuerda poderosamente a la saga de Guardianes de la galaxia, el director Taika Waititi (Lo que hacemos en las sombras) imprime una fuerza visual algo psicodélica y deliberadamente colorida para este viaje del protagonista por medio universo. Un viaje que, como he dicho, le permite madurar al comprender tanto sus lazos familiares como el futuro que le espera como líder de su pueblo. En este sentido, la cinta ahonda notablemente en el héroe, pasando de un personaje arrogante y arquetípico a otro más dramático y poliédrico (tampoco mucho, que al fin y al cabo esto es una ‘peli’ de superhéroes de Marvel), utilizando para ello un diseño de producción espléndido como marco para el humor y ciertos chistes fáciles dirigidos al público adolescente.

El principal problema de esta tercera entrega es que ahonda en los problemas que siempre han tenido estas aventuras en solitario del personaje. Para empezar, Chris Hemsworth (Cazafantasmas), con toda su presencia en pantalla y su adecuado perfil divino, no termina de imprimir el carácter dramático al personaje, ni siquiera con el corte de pelo. Hay que reconocer, sin embargo, que sí es capaz de asumir la madurez de su rol, lo que abre las puertas a unas interesantes posibilidades dramáticas en un futuro no muy lejano. La cinta, además, adolece de una duración excesiva, algo que se aprecia en una serie de secuencias innecesarias destinadas a divertir a un público adolescente más interesando en la risa fácil y obscena que en la historia que le cuentan. Todo ello resta fuerza a una historia que, por lo demás, sabe apoyarse en unos notables secundarios para construir un relato que va más allá del Señor del Trueno, que tarda más de dos horas en ganarse el título de Dios.

Así las cosas, se podría decir que Thor: Ragnarok es la mejor de la trilogía. La apuesta visual del director, unido a una planificación que en algunos momentos sabe aprovechar al máximo las posibilidades narrativas de la historia y a una banda sonora brillante, ensalzan el viaje de madurez de un héroe que ha tardado mucho tiempo en encontrarse a sí mismo. Con todo, eso no quiere decir que esta película no peque de muchas irregularidades, fundamentalmente provocadas por una cierta sensación de necesitar autoparodiarse, como si el personaje de Thor no pudiera tomarse en serio como, por ejemplo, sí hace Capitán América. Habrá que ver cómo se presenta el rol en las próximas aventuras, pero por lo pronto el camino emprendido, con sus debilidades y dificultades, parece el adecuado.

Nota: 7,5/10

‘Thor: Ragnarok’ trata de descubrir ‘El secreto de Marrowbone’


La ciencia ficción, la fantasía y el terror se están convirtiendo en las tónicas habituales de cada viernes durante este mes de octubre. Y este 27 no es una excepción, con Marvel con gran protagonista en las pantallas de toda España. Pero mientras los superhéroes acaparan la atención del gran público, otros títulos más modestos pero tanto o más interesantes se cuelan entre los estrenos de la semana.

Por supuesto, comenzamos el repaso con Thor: Ragnarok, tercera entrega cinematográfica del Dios del Trueno convertido en superhéroe en los cómics de Marvel que, en esta ocasión, deberá iniciar una carrera contrarreloj para evitar que la diosa Hela acabe con todos los mundos. Una carrera para la que tendrá que contar con todos los aliados posibles y que comenzará al otro lado del universo, donde deberá enfrentarse a su antiguo amigo Hulk. Aventura, acción, humor y efectos especiales se dan cita en este film dirigido por Taika Waititi (Lo que hacemos en las sombras) y protagonizado por Chris Hemsworth (Cazafantasmas), Tom Hiddleston (Kong: La Isla Calavera), Cate Blanchett (Carol), Mark Ruffalo (Spotlight), Idris Elba (La Torre Oscura), Jeff Goldblum (Independence Day: Contraataque), Tessa Thompson (South Dakota), Karl Urban (Star Trek: Más allá), Anthony Hopkins (Transformers: El último caballero), Benedict Cumberbatch (Doctor Strange) y Ray Stevenson (Transporter Legacy), entre otros.

Muy diferente es la española El secreto de Marrowbone, thriller dramático con toques de terror que escribe y dirige Sergio G. Sánchez en el que es su debut en el largometraje. La trama arranca cuando cuatro hermanos deciden ocultar a la sociedad la muerte de su madre en un intento de que no les separen, para lo que se mudan a una apartada y abandonada mansión. Sin embargo, allí pronto comienzan a notar una aterradora presencia que amenaza sus vidas y las de aquellos que les rodean. Anya Taylor-Joy (Múltiple), George MacKay (Captain Fantastic), Mia Goth (La cura del bienestar), Charlie Heaton (serie Stranger things), Matthew Stagg (The chameleon) y Tom Fisher (La reina Victoria) encabezan el reparto.

Norteamericana es también Patti Cake$, drama musical escrito y dirigido por Geremy Jasper que supone su primera incursión en el largometraje. La historia se centra en Patricia Dombrowski, una joven con el sueño de convertirse en una estrella del hip-hop y que, en un camino plagado de dificultades, contará con su abuela y sus amigos Jheri y Basterd como grandes aliados. Entre los actores destacan Danielle Macdonald (Trust me), Bridget Everett (Y de repente tú), Cathy Moriarty (El doble), Siddharth Dhananjay y Mamoudou Athie (El círculo).

Entre los estrenos del resto de Europa destaca lo nuevo de Wim Wenders (The Million Dollar Hotel), titulado Los hermosos días de Aranjuez, film con capital francés, alemán y portugués que, en clave dramática, aborda el proceso creativo de un escritor y su relación con sus personajes en una puesta en escena en la que un hombre y una mujer mantienen una conversación en una terraza para conocerse mientras que, en el interior de la casa, el escritor observa la escena. Adaptación de la obra teatral escrita por Peter Handke, la cinta cuenta en su reparto con Reda Kateb (Los caballeros blancos), Sophie Semin (Más allá de las nubes), Jens Harzer (Boy 7) y Nick Cave (Johnny Suede).

También se estrena Un golpe a la inglesa, cinta británica ambientada en el mundo del crimen que narra la historia ocurrida en 2015, cuando un hombre de 76 años lideró un equipo de ladrones entrados en años para robar un depósito de seguridad en el barrio de las joyerías de Londres, y que terminaron siendo perseguidos por la mafia búlgara y Scotland Yard. El botín se valoró en 200 millones de libras (casi 225 millones de euros actualmente). Ronnie Thompson (Francotirador) dirige esta cinta protagonizada por Matthew Goode (The imitation game), Joely Richardson (serie Emerald city), Stephen Moyer (Detour), Clive Russell (Su mejor historia) y Larry Lamb (Blood: El último vampiro).

Comedia y drama se dan cita en la francesa Nuestra vida en la Borgoña, film que dirige Cédric Klapisch (Nuestra vida en Nueva York) y cuyo argumento arranca cuando un joven que ha pasado 10 años recorriendo el mundo regresa a su Borgoña natal ante la inminente muerte de su padre, que se produce al comienzo de la vendimia. Su regreso y el reencuentro con sus hermanos le llevará a reencontrarse con su pasado y a recuperar los vínculos con sus hermanos al mismo tiempo que madura el primer vino que los tres producen sin su padre. El reparto está encabezado por Pio Marmaï (Maestro), Ana Girardot (serie Les revenants), François Civil (Así en la Tierra como en el Infierno), María Valverde (Gernika) y Karidja Touré (La banda de las chicas).

Desde Hungría nos llega En cuerpo y alma, drama romántico que gira en torno a dos introspectivas personas que, sin conocerse de nada, empiezan a tener los mismos sueños cada noche. La extraña coincidencia les llevará a intentar hacer realidad esas experiencias oníricas, pero cuanto más lo intentan parecen estar más lejos de su alcance. Ildikó Enyedi (Vakond) escribe y dirige esta película que cuenta con Morcsányi Géza, Alexandra Borbély (Swing), Ervin Nagy (White God), Júlia Nyakó (Vespa) y Tamás Jordán (Mansfeld) como principales actores.

Fuera del viejo continente encontramos El tercer asesinato, thriller dramático de origen japonés que escribe y dirige Hirokazu Koreeda (Después de la tormenta). Su trama arranca cuando un abogado debe defender a un acusado de robo con homicidio, quien ya cumplió pena de prisión por otro asesinato hace 30 años. Con pocas posibilidades de ganar el caso ya que el acusado se declara culpable, el abogado empieza a interrogar al presunto autor y a su familia, lo que le llevará a sospechar que su cliente no es culpable. Masaharu Fukuyama (De tal padre, tal hijo), Kôji Yakusho (El mundo de Kanako), Suzu Hirose (Nuestra hermana pequeña) e Isao Hashizume (Maravillosa familia de Tokio) encabezan el reparto.

En lo que a documental se refiere, Francia y Colombia colaboran en Jericó, el infinito vuelo de los días, cinta que combina el género documental con la ficción para abordar la vida de varias mujeres en el pueblo de Jericó. A través de sus testimonios, sus vivencias y la red que tejen entre ellas nos adentramos en el espíritu femenino de la cultura y el patrimonio colombiano. El film está escrito y dirigido por Catalina Mesa, que de este modo debuta en el largometraje.

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