‘Moon Knight’, personalidad múltiple y Egipto en la coctelera de Marvel en formato miniserie


El dios egipcio Khonshu utilizará a su guerrero para luchar contra el mal en 'Moon Knight'.

Aunque habrá que esperar todavía algún tiempo para comprobar el resultado de esta estrategia, es interesante comprobar cómo Marvel está optando por utilizar el formato de serie para presentar a nuevos personajes. En poco tiempo ha pasado de aprovecharlo para cerrar las historias de algunos superhéroes que ya se conocían a introducir en los episodios nuevos roles llamados a formar parte de este universo cinematográfico. Uno de estos últimos es Moon Knight, y el experimento no es, para nada, fallido.

De hecho, la primera temporada de esta serie creada por Jeremy Slater (Cuatro fantásticos) y basada en el personaje de Doug Moench y Don Perlin combina con inteligencia dos universos tan dispares como la psicología y la mitología egipcia, construyendo en base a ellos una interesante mezcla de acción, suspense y algo de humor. De hecho, y salvo el componente humorístico que siempre suele estar presente en las producciones de La Casa de las Ideas, los 6 episodios que conforman esta miniserie presentan una evolución magistral del thriller a la acción pura y dura, todo ello sustentándose prácticamente en los hombros de Oscar Isaac (Dune), uno de los pocos actores capaces de dar vida a personajes diferentes solo con cambiar la mirada.

Pero antes de continuar, una breve sinopsis para aquellos que no conozcan al personaje. El protagonista es un trabajador de un museo que cree ser noctámbulo, por lo que cada noche se ata a la cama. Su vida cambia cuando, tras una serie de incidentes sobrenaturales, descubre que en su interior convive otra personalidad mucho más violenta, que además hizo un pacto con el dios egipcio Khonshu, quien le otorgó poder para convertirse en un guerrero y enfrentarse a un hombre que quiere desatar el caos que provocará la diosa Ammit.

Desde luego, lo mejor de Moon Knight, más allá de sus dos actores principales (Isaac y Ethan Hawke –El hombre del norte– hacen dos papeles brillantes) es su forma de abordar el concepto de personalidad múltiple y, sobre todo, cómo eso permite al espectador ir descubriendo poco a poco a un protagonista complejo. Lo que en un principio se revela únicamente como una dualidad termina convirtiéndose en una reflexión sobre los traumas de la infancia y cómo marcan nuestras vidas. El componente fantástico, por supuesto, añade un ingrediente más a la coctelera, pero buena parte de la serie se centra en el héroe, en explicar su situación y, sobre todo, en una mayor comprensión de los personajes tan diferentes que conviven en él. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que la producción no intercale esto con espectaculares escenas de acción, pero durante más de la mitad de la temporada, el interés y el peso narrativo se queda en esta parte, digamos, más dramática.

Oscar Isaac se enfrentará a Ethan Hawke para salvar el mundo en 'Moon Knight'.

Egipto por dentro y por fuera

Es importante destacar también que ese paso de la parte dramática al dominio de la acción no es algo brusco. Puede parecer una obviedad o algo nimio, pero resulta esclarecedor analizar y comprender cómo se narra y estructura esta transformación. Si nos fijamos, durante los primeros capítulos la acción prácticamente se omite, mientras que en la segunda mitad de la miniserie hace acto de presencia. La posibilidad de que esta transición se vea como algo natural radica, de nuevo, en el papel de Isaac, pues la primera parte está narrada bajo el prisma de uno de los personajes, el apocado, mientras que en la recta final toma el control la personalidad más agresiva. El hecho de ir presentándolas y desarrollándolas poco a poco durante los seis episodios permite que este cambio no genere rechazo en el espectador.

Todo ello, como mencionaba al inicio, con el mundo de la mitología egipcia como telón de fondo… y no tan fondo. En realidad, Egipto está presente en todo el relato. Pero al igual que pasa con el concepto dramático, la parte egipcia de Moon Knight también se va introduciendo poco a poco, pasando de un mero contexto argumental a una pieza clave en el desarrollo de la miniserie. Todo ello hasta ese delirio final con deidades luchando cuerpo a cuerpo como si de King Kong contra Godzilla se tratara. Una delicia para los amantes del mundo faraónico que, además, se narra de forma cuanto menos interesante tanto por dentro como por fuera. Porque más allá de luchas mitológicas, el modo en que se representa la conexión entre los dioses egipcios y el mundo de los humanos o el viaje por el inframundo es simplemente brillante.

De hecho, y más allá de interpretaciones de la mitología, esta producción marvelita es un buen ejemplo de cómo utilizar la riqueza histórica y cultural en beneficio propio, recurriendo a elementos no necesariamente conocidos por el gran público y utilizándolos para construir todo un universo que bebe de la tradición egipcia y faraónica. Este reflejo de Egipto por dentro y por fuera da forma a un final épico en el que se da rienda suelta (y esto puede que muchos lo consideren algo negativo, pero nada más lejos de la realidad) a la idea de las deidades egipcias, su concepción como entidades, sus luchas de poder y su necesidad de alimentarse de las creencias del ser humano.

Evidentemente, Moon Knight no es el mejor camino para estudiar la compleja historia del Egipto Antiguo, pero para aquellos que no conozcan demasiado de su mitología, es un comienzo atractivo, sobre todo por su planteamiento dentro de una miniserie mucho más compleja, rica en matices y magistralmente interpretada. Por supuesto, Marvel es lo que es y ofrece lo que ofrece, pero dentro de estos parámetros, esta temporada de 6 capítulos es muy interesante, está bien construida y, ante todo, explora conceptos pocas veces visto en el mundo de los superhéroes. Una obra muy recomendable, diferente, capaz de ofrecer algo más que el simple entretenimiento.

‘Glass’: héroes (y villanos) de carne y hueso


Diferenciarse en el mundo de los superhéroes en el cine es cada vez más complejo. La proliferación de adaptaciones, personajes e historias ha llevado a este subgénero a repetirse en muchas ocasiones, y por lo tanto a debilitar las tramas y los superhéroes y supervillanos que las protagonizan. Por eso la nueva película de M. Night Shyamalan (El incidente) resulta gratificante a pesar de sus evidentes limitaciones.

Más allá del hecho de unir dos historias totalmente diferentes bajo un mismo arco dramático, Glass es una reflexión no solo sobre la estructura argumental de los cómics y de las historias que nutren sus páginas, sino sobre el efecto y el impacto que este elemento de la cultura popular tiene en la sociedad y en el imaginario colectivo. Con una historia sencilla a la par que directa, el director y también guionista desgrana algunos ejes dramáticos y recursos narrativos de este arte, fundiendo cine y tebeo a través de un metalenguaje ya utilizado en una de las historias sobre las que pivota el film. Y lo hace, además, controlando al milímetro los giros argumentales, marca de la casa Shyamalan, con una profundidad en los personajes que, aunque irregular, termina por dotar al conjunto de una suerte de equiparación entre cómic y realidad.

El problema del film, y no es un problema menor, es un final que retuerce la trama, que trata de dar hasta un triple sentido a lo que se ha narrado. Y a diferencia de otras historias del director, la historia en este caso no ofrece el trasfondo necesario para tanto giro dramático. Esto termina por convertir la historia en una parodia de sí misma, intentado explicar que los superhombres existen entre nosotros pero haciéndolo con quiebros finales para, presuntamente, despistar al espectador de algo que, en realidad, se sabe desde el principio. A esto se suma una cierta ralentización en el ritmo narrativo en varios momentos, algo que se trata de compensar, fundamentalmente, con la labor de James McAvoy (Inmersión), aunque sin conseguirlo del todo.

En definitiva, Glass es un film que va de más a menos, que sienta unas buenas bases dramáticas y ofrece al espectador una reflexión acerca de nuestra sociedad, nuestra cultura y, por qué no, el cine de superhéroes. Pero lo hace con el inconfundible estilo de Shyamalan, para bien y para mal. La necesidad de incorporar giros argumentales que transformen la historia en algo más, en algo diferente, termina por tener el efecto opuesto. Menos sorpresas finales posiblemente habrían dejado un relato más lineal y simple, pero habrían reafirmado este film como un entretenimiento visual para completar una suerte de trilogía. En lugar de eso, da la sensación de que pretende ser más de lo que ya es de por sí, limitando su propio potencial.

Nota: 7/10

‘Múltiple’: el poder de la mente


Anya Taylor-Joy y James McAvoy son los principales protagonistas de 'Múltiple'.Somos lo que pensamos que somos. Así, con una frase tan sencilla como profunda, se podría definir el nuevo film de M. Night Shyamalan (El protegido), una propuesta tan original como aparentemente simple que esconde, como su protagonista, numerosas interpretaciones, algunas más interesantes que otras. De lo que no cabe duda es de que su máximo responsable ha abandonado fórmulas efectistas para centrarse en un mensaje más elaborado, más reflexivo.

En este sentido, Múltiple se puede entender como un sencillo thriller de supervivencia, pero sería simplificar en exceso los niveles interpretativos que ofrece la trama. Su desarrollo dramático, planteado con inteligencia, peca en algunas ocasiones de un ritmo algo lento, pero eso le permite evolucionar hacia terrenos nuevos casi a cada momento. Del secuestro de las jóvenes al tratamiento de la personalidad múltiple; de aquí al poder de la mente sobre el cuerpo; y de aquí a un final sin grandes giros argumentales pero indudablemente atractivo con los abusos como telón de fondo.

Y en medio de todo ello, el gran pilar de esta historia. James McAvoy (Expiación) da rienda suelta a todo su potencial poniéndose en la piel de casi una decena de personajes con sus manías y costumbres, con sus personalidades y sus problemas, con sus edades y sus diferentes sexualidades. El actor logra no una, sino múltiples interpretaciones brillantes, acaparando toda la atención de un modo casi mágico. Evidentemente, su cuerpo no cambia, por lo que resulta incluso más interesante comprobar cómo es capaz de mimetizarse con los diferentes personajes sencillamente con su rostro.

Posiblemente el mayor problema de Múltiple es que no tiene giros argumentales de especial relevancia. Más allá de sorpresas de última hora (más que sorpresa, lo que hay es un guiño a otro film del propio director), lo cierto es que la historia se desarrolla de forma bastante lineal, lo cual resta algo de tensión dramática en determinados momentos. Con todo, la forma de desarrollar el argumento, desvelando capas a medida que se ahonda en la complejidad del protagonista, supone un viaje tremendamente atractivo e interesante.

Nota: 7/10

‘Lion’ lidera unos estrenos múltiples que invitan a ‘Vivir de noche’


Estrenos 27enero2017Último fin de semana de enero, y como ha venido siendo habitual desde que comenzara 2017, a la cartelera llegan novedades con aroma a Oscar y premios en general. De hecho, la principal película de este viernes, 27 de enero, fue una de las más nominadas en los últimos Globos de Oro y ha acaparado unas cuantas nominaciones a los premios de la Academia de Hollywood. Pero junto con ella aterrizan propuestas para todos los públicos que van desde el thriller hasta la animación.

Comenzamos el repaso con Lion, adaptación del libro de Saroo Brierley en el que narra su viaje para reencontrarse con su familia después de 25 años. La trama arranca cuando, de pequeño, se pierde en un tren y se ve obligado a vivir solo en Calcuta, donde una familia australiana le adopta. Años después, y convertido en un hombre, regresa sobre sus pasos y sus recuerdos para localizar a aquellos que perdió hace tanto tiempo. Dirigido por Garth Davis, que debuta de este modo en el largometraje de ficción, este interesante drama coproducido entre Estados Unidos y Australia está protagonizado por Dev Patel (Chappie), Nicole Kidman (El editor de libros), Rooney Mara (Carol), David Wenham (300: El origen de un imperio) y Nawazuddin Siddiqui (Kick), entre otros.

Desde Hollywood llega Vivir de noche, nuevo trabajo de Ben Affleck (Argo) como director en el que adapta una novela de Dennis Lehane. El argumento se centra en un grupo de gángsteres en plenos años 20, durante la Ley Seca. Buscando prosperar en su negocio, se trasladan a Florida, donde no solo deberán hacer frente a la competencia y al Ku Klux Klan, sino al pasado que arrastran con ellos. Protagonizada por el propio Affleck, la cinta cuenta con un notable reparto en el que destacan nombres como Sienna Miller (Burnt), Zoe Saldana (Star Trek: Más allá), Elle Fanning (The neon demon), Chris Cooper (Agosto), Brendan Gleeson (En el corazón del mar), Chris Messina (serie The newsroom) y Clark Gregg (serie Agentes de S.H.I.E.L.D.).

Este viernes también supone el regreso de M. Night Shyamalan (La visita) al thriller con dosis de terror. Múltiple narra la historia de un hombre con un trastorno de identidad disociativa que tiene un total de 23 personalidades. Su vida da un giro cuando una de ellas le lleva a secuestrar a tres jóvenes. La historia, escrita también por el director indio, tiene como principal protagonista a James McAvoy (X-Men: Apocalipsis), al que acompañan Anya Taylor-Joy (La bruja), Betty Buckley (El incidente), Brad William Henke (The tank) y Haley Lu Richardson (Bronce).

Y nueve años después de su última película como director, Sean Penn (Caza al asesino) regresa tras las cámaras con Diré tu nombre, drama ambientado en los conflictos bélicos de África y que gira en torno a la relación entre la directora de una agencia de ayuda internacional y un apasionado médico que ha dedicado buena parte de su vida a salvar vidas en el continente. Lo que comienza como un apasionado romance se sembrará de dudas cuando las decisiones que él tomó en el pasado terminen por influir en la relación. Charlize Theron (Mad Max: Furia en la carretera) y Javier Bardem (El consejero) dan vida a la pareja protagonista, y están acompañados por Adèle Exarchopoulos (Los anarquistas), Jean Reno (Escuadrón de élite) y Jared Harris (Operación U.N.C.L.E.).

El thriller también define la historia de Como perros salvajes, adaptación de la novela de Edward Búnker cuyo argumento se centra en tres ex convictos contratados para llevar a cabo un secuestro en Los Ángeles. Sin embargo, el trabajo sale mal y se verán obligados a iniciar una carrera en la que no solo tratarán de salvar sus vidas, sino que lucharán por no volver a la cárcel. Paul Schrader (Adam resucitado) se pone tras las cámaras en este film protagonizado por Nicolas Cage (Policías corruptos), Willem Dafoe (Pasolini), Reynaldo Gallegos (El francotirador) y Magi Avila (La reyna del pacífico).

Estados Unidos, Reino Unido y China colaboran en Billy Lynn, drama bélico basado en la novela de Ben Fountain cuyo argumento se centra en un grupo de soldados que se convierten en héroes tras una angustiosa batalla en Irak. Uno de ellos, un joven de 19 años, verá cómo sus vidas son convertidas en espectáculo a su regreso a Norteamérica, iniciando una gira de la victoria que nada tiene que ver con lo que realmente vivieron en Oriente Medio. Dirigida por Ang Lee (La vida de Pi), la cinta cuenta en su reparto con el debutante Joe Alwyn, Steve Martin (El gran año), Kristen Stewart (Café Society), Garrett Hedlund (Pan: Viaje a Nunca Jamás), Vin Diesel (El último cazador de brujas) y Chris Tucker (El lado bueno de las cosas).

El terror tiene a su máximo representante en Somnia. Dentro de tus sueños, cinta dirigida por Mike Flanagan (Hush) en la que una pareja decide adoptar a un niño al que le aterroriza dormir. Aunque al principio creen que se debe al traumático pasado del pequeño, poco a poco descubren que sus sueños se proyectan en la realidad, por lo que muchas veces las terribles pesadillas que tiene adquieren forma física. Para poder salvarse deberán averiguar qué se esconde tras los sueños del niño. Kate Bosworth (Hombres de élite), Thomas Jane (El velo), Jacob Tremblay (La habitación), Annabeth Gish (Tierra de asesinos) y Dash Mihok (serie Ray Donovan) encabezan el reparto.

En lo que a estrenos europeos se refiere, El último rey es una propuesta de aventuras y acción con capital noruego, danés, irlandés y húngaro cuya trama se ambienta en la Noruega de 1206. En plena cruenta guerra civil el rey agoniza en su lecho de muerte, pero en secreto nace uno de sus hijos, destinado a sucederle en el trono. Los enemigos del monarca ponen precio a la cabeza del bebé, y tan solo dos fieles soldados, dispuestos a sacrificarlo todo, se interpondrán para que el niño llegue a convertirse algún día en el nuevo rey de Noruega. Dirigida por Nils Gaup (En busca de la estrella del Navidad), la película está protagonizada por Jakob Oftebro (serie 1864), Nikolaj Lie Kaas (El niño 44), Thorbjørn Harr (serie Vikingos), Kristofer Hivju (serie Juego de tronos) y Pål Sverre Hagen (La leyenda de Ragnarok).

Francia y Canadá colaboran en Ballerina, aventura familiar de animación que dirigen a cuatro manos Eric Summer y Éric Warin, ambos debutantes en el largometraje de ficción. El argumento gira en torno a una joven huérfana cuyo único sueño es convertirse en bailarina. Para ello contará con la ayuda de su mejor amigo y de un inventor, con los que vivirá múltiples aventuras en un París mágico. Entre las voces originales encontramos las de Elle Fanning, que esta semana repite estreno, Dane DeHaan (Condenados), la cantante Carly Rae Jepsen y Maddie Ziegler.

Fuera de Europa destaca la surcoreana El imperio de las sombras, nuevo film escrito y dirigido por Kim Jee-woon (El último desafío) cuya trama, ambientada a finales de los años 20, durante la ocupación japonesa de Corea, aborda un juego de espías en el que la resistencia trata de destruir una base japonesa en Seúl. En medio del conflicto se encuentra un policía que colabora con los japoneses pero que se siente obligado a colaborar en una causa mayor. En el reparto destacan nombres como los de Lee Byung-hun (Los siete magníficos), Song Kang-ho (Sado), Gong Yoo (Train to Busan), Park Hee-soon (Ga-bi), Eom Tae-goo (Cha-i-na-ta-un) y Han Ji-min (Yeok-rin).

Desde Chile llega Las Plantas, drama de 2015 que gira en torno a una joven de 17 años que cuida de su hermano en estado vegetativo y que sobrevive gracias a su madre, que está en el hospital. Fan de los cómics, un día descubre un extraño ejemplar cuya historia llevará a la chica a descubrir su sexualidad y a un mundo en el que fantasía y realidad se mezclan. Ópera prima de Roberto Doveris, la cinta está protagonizada por Ingrid Isensee (El bosque de Karadima), Ernesto Meléndez (serie Vuelve temprano), Mauricio Vaca (Miguel San Miguel) y Violeta Castillo.

El documental tiene como representante El fin de ETA, producción española dirigida por Justin Webster (Seré asesinado) en torno a las conversaciones que durante años mantuvieron en el caserío Txillarre, de Elogiar (Gipuzkoa), el líder del PSOE vasco Jesús Eguiguren y el líder de Batasuna, Arnaldo Otegui. Un diálogo personal que adquirió mayor trascendencia cuando en 2004 el PSOE llegó al Gobierno de España de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero.

‘La sombra de los otros’: confusión de ideas de una personalidad múltiple


La falta de ideas que parece asolar a Hollywood en los últimos años está provocando dos fenómenos bien distintos. Por un lado, la adaptación de cualquier texto que tenga un mínimo de interés. Por otro, la aparición de guiones e historias que, en un intento por ser originales y diferentes, se vuelven incoherentes y excesivamente fantásticas. En cierto modo, la nueva película de Julianne Moore (Crazy Stupid Love) y Jonathan Rhys Meyers (Los Tudor) peca de exceso de ingenio, combinando de forma algo forzada dos géneros tan dispares como el thriller psicológico y la ciencia ficción.

Y no es que la idea sea mala, pues aborda la personalidad múltiple de modo relativamente atractivo y diferente, un poco similar a lo que fue Identidad (2003), precisamente escrita también por Michael Cooney. Sin embargo, los hechos extraños que se van desarrollando a lo largo  de su ajustado metraje (y menos mal, porque la resolución de la historia no da para mucho), unido a la investigación que el personaje de Moore, psicóloga forense, realiza en torno al caso, derivan en una realidad irreal, en un final que parece sacado de mil y una películas pero que, dada la naturaleza de la trama, resulta poco lógico.

La cinta pierde interés a medida que pasan los minutos. Ni siquiera se disimula la idea de que existe algo más que un trastorno de personalidad a lo largo del metraje, por lo que cualquier espectador que esté un paso por delante de la historia o, simplemente, sospeche algo, conocerá de antemano la mayoría de los detalles, incluido un elemento final tan innecesario como absurdo, en un intento de dejar abierto un final que, a todas luces, no aguanta ni siquiera una segunda revisión.

De hecho, el poco interés que puede surgir de la cinta dirigida por Måns Mårlind y Björn Stein, responsables de Underworld: el despertar, reside en la atmósfera generada y en la labor de los actores. Y si bien el primer elemento es convincente gracias a la evolución hacia un entorno más opresivo y sombrío, es el segundo el que se destaca por encima del resto. Lo cual no quiere decir que sea espléndido, ni mucho menos. Moore parece casi tan perdida como en una producción que recuerda mucho a esta: Misteriosa obsesión (2004). Su personaje, presentado como una mujer inteligente y más avanzada que sus compañeros de trabajo, reacciona relativamente tarde ante los síntomas comunes que se producen a su alrededor, convirtiéndola en un mero peón más del juego del guionista, en lugar de ser la voz cantante del film.

Pero es Meyers el que consigue un trabajo realmente atractivo al tener que abordar mil y una personalidades. Sus cambios en la mirada, en la postura corporal o en su lenguaje recuerdan vagamente (y reitero lo de vagamente) al Edward Norton de Las dos caras de la verdad (1996). Claro que todo ese trabajo termina cayendo por la borda de un barco que encalla hacia el final del metraje debido a una falta de perspectiva lógica y en un intento de acercarlo a aguas más desconocidas.

Nota:4/10

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