‘Penny Dreadful’ aprovecha la literatura de terror en su 1ª temporada


Los vampiros son los protagonistas de la primera temporada de 'Penny Dreadful'.Ver el nombre de John Logan, guionista de Gladiator (2000), La invención de Hugo (2011) o Skyfall (2012), en una serie ya debería ser aliciente más que de sobra para, al menos, prestar atención al producto. Si a esto le sumamos unos actores notables y una temática que bebe de la literatura clásica de terror, el atractivo es mucho mayor. Por eso la primera temporada de Penny Dreadful, de apenas 8 episodios, ha logrado el éxito que ha logrado, lo que no impide que la historia pueda mejorarse.

Puede que lo más misterioso de esta ficción sea, precisamente, que a pesar de su evidente carácter terrorífico, no está planteada como una trama de terror. El misterio, la intriga y, sobre todo, la ambientación de ese Londres victoriano juegan un papel más importante que la sangre, el susto fácil o la violencia, por otro lado presentes a lo largo de este primer arco dramático. Como si de una ‘Liga de los Hombres Extraordinarios’ se tratara, la confluencia de los extraños personajes protagonistas otorga a la serie un atractivo halo de misterio que no hace sino hipnotizar más que cualquier otro aspecto.

Eso no quiere decir, sin embargo, que sea una historia sorprendente. Cualquier amante de la literatura y de los monstruos clásicos del terror es capaz de averiguar con bastante antelación las debilidades, fortalezas y secretos de los principales protagonistas, más si cabe cuando la mayoría responden a nombres tan conocidos como Dorian Gray (Reeve Carney, visto en American Playboy) o Victor Frankenstein (Harry Treadaway, conocido por El llanero solitario). Tan solo el misterio de algunos, como el de Eva Green (Sombras tenebrosas), es capaz de mantener la fascinación por el conocimiento, aspecto que queda plenamente satisfecho al explicar sus pasados en no pocos episodios.

Pero sin duda lo mejor de Penny Dreadful es la integración de todos los personajes, de todas las tramas, en una historia mucho mayor. La búsqueda de Mina Harker, novia inmortal de Drácula, no es más que una excusa para explorar las relaciones humanas de un grupo de seres complejos, marcados por las oscuras caras de sus personalidades y que arrastran todo tipo de pecados. En este sentido, Logan aprovecha la fuerza literaria de los personajes para trasladarla a la propia trama, convirtiendo la serie en un drama manchado de sangre y dolor que sabe nutrirse de la influencia de las obras originales. Dicho de otro modo, el creador de la serie se aparta del recurso fácil para adentrarse en el lado más profundo de sus criaturas.

Luces y sombras

No cabe duda de que esta primera temporada de Penny Dreadful es un relato sobrio, construido de forma inteligente y que juega en todo momento con la duda, tanto la que tienen sus protagonistas con el mal al que se enfrentan como la que asalta al espectador con la verdadera naturaleza de algunos personajes, sugerida pero nunca revelada hasta el episodio final. En este sentido, la trama crea una espiral compleja que atrapa sin remedio a todo aquel que se acerca a este rico fresco literario y cinematográfico.

Pero no todo son luces en esta tenebrosa historia. La obra de Logan peca en todo momento de cierta ingenuidad, no tanto en las consecuencias de sus actos como en el hecho de que parece proponer algo más de lo que realmente termina ofreciendo. En efecto, estos personajes marcados por la culpa y el dolor de sus pecados siempre parecen poder superar los momentos más lúgubres sin que dejen demasiadas secuelas en su personalidad. Como si del cuadro de Dorian Gray se tratara, todos parecen seguir adelante a pesar del rastro de sangre y muerte que dejan a su paso.

Esto, aunque un mal menor en una serie más que notable, impide que se pueda hablar de una producción excepcional, quedándose en un mero entretenimiento (rico y culto, eso sí) que poco puede llegar a sorprender. Una mayor entrega a las consecuencias de sus actos, por ejemplo, generaría un conflicto interno más complejo, cuyas consecuencias externas podrían dar lugar, a su vez, a una mayor complejidad. Pero como digo, es un mal menor, pues entre otras cosas la propia serie no pretende en ningún momento, al menos en esta primera entrega, ser más que eso.

Puede parecer que Penny Dreadful, con sus elaborados diálogos y el carácter apesadumbrado de sus protagonistas, es una reflexión sesuda sobre el bien y el mal, sobre el pasado y los pecados de los hombres, pero en realidad es un entretenimiento no apto para todos los gustos. Aunque la serie puede disfrutarse de cualquier manera, el conocimiento de los relatos clásicos aportará, sin duda, una mejor apreciación de algunos matices. Sea como fuere, la serie es un magnífico relato sobre la tragedia, el dolor y la culpa. Sus bases literarias no hacen sino acentuar la espléndida ambientación que logra John Logan. Notable.

Acerca de Miguel Ángel Hernáez
Periodista y realizador de cine y televisión.

Deja un comentario

Diccineario

Cine y palabras