2ª T. de ‘Penny Dreadful’, un complemento con vida propia


Una nueva amenaza hará peligrar al grupo de 'Penny Dreadful' en la segunda temporada.La segunda temporada de Penny Dreadful debe verse como un complemento a la historia de la primera. Podría achacar esta idea al hecho de que he visto las dos tandas de episodios de forma consecutiva, sin apenas dejar reflexión entre ellas, pero lo cierto es que un rápido vistazo a otras series de formato similar (trama por temporada, me refiero) me confirma que es algo relativamente habitual. Y de hecho, conveniente. Porque a pesar de la calidad y la originalidad de la premisa inicial de esta ficción creada por John Logan (Spectre), lo cierto es que muchas cosas se quedaron en el tintero, sobre todo lo relacionado al personaje principal de Eva Green (300: El origen de un imperio). Así que, ¿qué mejor forma de ahondar en su pasado que con una nueva y complicada trama?

Porque este es, en realidad, el gran acierto de estos nuevos 10 episodios. Al igual que en su primera temporada, la serie aprovecha todas y cada una de las facetas de sus principales personajes para integrarlos en una historia que, aunque centrada en la misteriosa Vanessa Ives, va mucho más allá de todos ellos. Tomando como punto de partida la brujería, el creador de la serie construye un entramado de intrigas, de misterios y de sangre que redefine las relaciones humanas planteadas en sus anteriores episodios y desdibuja muchas de las bases que había asentado en la presentación de los protagonistas. Baste decir, por ejemplo, que el Dorian Gray interpretado por Reeve Carney (The tempest) muestra finalmente su retrato, con todo lo que eso conlleva y pervirtiendo la imagen de galán sin complejos que tenía hasta la fecha.

En este sentido, la historia de Ives es el detonante de todo un proceso cuyo final, que abordaremos más adelante, es diametralmente opuesto al modo en que se había desarrollado hasta entonces la dinámica de Penny Dreadful. Gracias a la historia del personaje de Green el espectador se adentra no solo en el mundo de la brujería, como evidentemente ocurre, sino en un mundo de sombras y luces en el que el bien y el mal quedan totalmente difuminados, en el que los héroes cometen errores (aunque sea por influencias malignas), los monstruos se vuelven más humanos que los hombres y los malditos se ven obligados a vivir con la culpa de sus pecados.

Todo ello, por supuesto, con la elegancia y la espléndida puesta en escena de la que hace gala la serie, y volviendo a tomar como referencia la literatura más clásica, ya sea en forma de personaje o en forma de mitología. Y aunque la influencia literaria puede ser menor a primera vista, la mayor parte de los detalles siguen desprendiendo ese aroma al terror que se esconde en las páginas de novelas como ‘Drácula’, de Bram Stoker, ‘Frankenstein’, de Mary Shelley, o ‘El retrato de Dorian Gray’, de Oscar Wilde. Situaciones como la vivida por la criatura de Frankenstein dan buena muestra de que, aunque no de forma explícita, el valor de la literatura sigue siendo un pilar fundamental del desarrollo dramático de la serie, que fusiona mitos e historias con el respeto que merecen.

Nuevos viejos personajes

Aunque a diferencia de la primera temporada, Penny Dreadful incorpora en su segunda etapa el componente religioso de una forma mucho más evidente. Habrá quienes no terminen de ver con buenos ojos que la religión se inmiscuya en los asuntos de la literatura fantástica, pero hasta cierto punto no solo son dos fenómenos íntimamente ligados, sino que la labor de Logan como creador de la serie ha permitido a la misma superar posibles barreras conceptuales para componer un puzzle interesante que utiliza el concepto de bien y mal de los textos sagrados para crear algo mucho mayor y complejo, en el que magia, creencia y realidad parecen convivir con naturalidad en el paisaje del Londres victoriano.

Pero más allá de actores, más allá de escenografía o de efectos visuales, lo realmente interesante de esta segunda temporada es el desarrollo dramático de sus personajes. El modo en que todos ellos evolucionan para explorar nuevas caras de su personalidad y para dejar entrever que son más de lo que aparentan es brillante. Y aunque de esto tiene buena culpa la trama principal protagonizada por Green, las diversas historias secundarias que se combinan para sostener esa gran línea argumental también son capaces de aportar matices sumamente interesantes. Tanto es así que la entidad de todas ellas hace que la atención del espectador se desvíe constantemente de un personaje a otro, obligándole a tener presente en todo momento la posición de cada uno de los personajes en la trama.

Dicho de otro modo, la serie no se deja llevar por la facilidad de su desarrollo y se esfuerza en todo momento por lograr que sus personajes, secundarios o no, sean lo suficientemente interesantes como para resultar atractivos. Y eso provoca, no por casualidad, que el final de la temporada sea completamente abierto. Sí, cierra las tramas iniciadas en el primer episodio, pero lo hace de tal modo que cada personaje termina, literalmente, por su lado, en un viaje físico y mental que les lleva a todos los rincones del mundo. Esta conclusión, con todo, plantea nuevos interrogantes, nuevos caminos narrativos a explorar que permiten a la serie abordar, al menos, una temporada más con la seguridad de tener material suficiente para desarrollar una lógica dramática acorde al tono de la ficción.

Así, la segunda temporada de Penny Dreadful se convierte en un mosaico de personajes e historias que logran su final de forma independiente, pero que al mismo tiempo ayudan a comprender muchas de las premisas planteadas en la primera etapa. Se cierra de este modo un círculo dramático que, sin embargo, abre un futuro nuevo e interesante, con unos personajes cambiados por el peso de la responsabilidad de sus actos. Es, en definitiva, lo que toda continuación debe, o debería, ser: un complemento de lo narrado en la primera parte pero con entidad propia suficiente para poder contar una historia sin depender de nadie.

Acerca de Miguel Ángel Hernáez
Periodista y realizador de cine y televisión.

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