‘Spiral: Saw’: otra y otra y otra y…


Chris Rock y Max Minghella deberán enfrentarse a un nuevo asesino en serie en 'Spiral: Saw

Cada cierto tiempo surge una película de terror que, más allá de tener un impacto en los espectadores, da lugar a una saga más o menos longeva en el tiempo. Los amantes del género, sobre todo los más veteranos, recordarán la época dorada que comenzó a finales de los años 80 del pasado siglo. Más tarde, en los 90, llegó Scream. Y a principios del siglo XXI fue el turno de Saw. Conocer la historia es importante, porque todas estas sagas comparten un problema, y es la falta de ideas que termina por apoderarse de ellas. Algo normal, por otro lado.

Y todas tienen en común también un intento de reinventarse, de adaptarse a los nuevos tiempos que han evolucionado desde la primera entrega, aunque lo hagan repitiendo esquemas. Spiral: Saw adolece de todo ello, aunque lo hace con estilo. La verdad es que en esta nueva entrega/reinicio de la franquicia no hay nada nuevo: muertes macabras, elecciones imposibles, un policía que debe resolver un puzzle y una sorpresa final que, a poco que se conozcan este tipo de historias, se puede prever con más o menos acierto. Entonces, ¿qué aporta? Como novedad nada, salvo tal vez para los amantes del gore. Ahora bien, es tan corta, sencilla y directa que se disfruta sin demasiados inconvenientes.

Y buena parte de la responsabilidad de que no sea un fracaso total está en el reparto, con un Chris Rock (Niños grandes) reconvertido a actor dramático como principal y más grata sorpresa. Aquellos que le hayan visto en la cuarta temporada de Fargo ya estarán sobre aviso, pero la verdad es que, con sus limitaciones, está logrando encontrar un espacio en un tipo de cine muy alejado del que nos tiene acostumbrados. Y lo hace con solvencia. Y junto a él, un puñado de rostros conocidos que aportan su experiencia y su calidad para sostener un guion tan previsible como efectivo (y a veces efectista) al que el director saca el provecho que puede sacar, que tampoco es mucho. La puesta en escena de Darren Lynn Bousman (The barrens) resulta, a veces, excesivamente sobria, aunque hay que reconocerle algunos momentos viscerales en las escenas más sangrientas.

La verdad es que Spiral: Saw es otra más. Puede que no de las mejores, pero tampoco de las peores. Simplemente, una más para la colección. Eso sí, de continuar la saga, siempre tendrá el honor de ser la primera piedra de una renovación, pues el final deja la puerta abierta a una, dos, tres y todas las continuaciones que se quieran. Siempre que haya imaginación para asesinar de la forma más traumática posible a las pobres víctimas, claro está. Porque la fórmula, desde luego, no aporta nada nuevo.

Nota: 5/10

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