‘Kina & Yuk’: refugiados climáticos

No es habitual ver en los cines comerciales una película de las características de lo nuevo de Guillaume Maidatchevsky (Ailo’s journey), y tal vez por eso es una alternativa interesante para acercar la naturaleza y la situación actual del planeta al espectador medio. Su último film, una historia de amor en espectaculares paisajes de nieve y hielo, combina lo mejor de los mundos del documental y el drama.

Porque no hay que olvidar que, al fin y al cabo, Kina & Yuk es un documental de naturaleza sobre dos zorros árticos y su lucha por estar juntos tras convertirse en refugiados climáticos. La pregunta que cabe hacerse, entonces, es qué diferencia esta historia de las que pueden verse habitualmente en algún canal de televisión. Posiblemente la respuesta más inmediata sea su arco argumental, que plantea todos y cada uno de los elementos que componen un relato de ficción, desde el punto de partida y el incidente desencadenante, hasta los puntos de giro, los antagonistas y, finalmente, la resolución. Y bajo este punto de vista, la obra puede entenderse más como un viaje de aprendizaje que como un simple reflejo del mundo animal.

Un aprendizaje no solo de los dos protagonistas de esta odisea, sino del propio espectador. Maidatchevsky aprovecha los recursos narrativos habituales del documental para atrapar en la butaca con un relato que no solo fascina por su belleza, sino que engancha por su emoción y la tensión que genera en muchos momentos del relato a través de los peligros y los enemigos que deben superar los dos enamorados de esta historia. Es evidente que la cinta presenta limitaciones, la principal el hecho de estructurar un relato a través de dos personajes separados, lo que obliga al director a focalizar la atención más en uno que en otro (la gran protagonista es Kina), y si a esto sumamos que la resolución de los conflictos es, en muchos casos, excesivamente rápida, se nos obliga a recordar que tras esa pátina de ficción sigue existiendo, al fin y al cabo, un documental.

Pero a pesar de sus altibajos narrativos, Kina & Yuk es un relato mucho más emocionante que muchas películas de ficción de hoy en día. La búsqueda contrarreloj de estos dos zorros polares obliga al espectador a no apartar la mirada en ningún momento, convirtiéndole en partícipe de las aventuras de estos dos animales en un entorno en el que la mano del hombre no afecta directamente, pero que se ha visto impactado de lleno por el cambio climático provocado por nosotros. Es una película diferente, capaz de mostrar al espectador otra forma de ver el mundo y las relaciones entre animales, donde, como en nuestra sociedad, pueden surgir inesperados amigos y aliados. Un film ideal para que los más pequeños aprendan a amar y respetar la naturaleza.

Nota: 7/10