Woody Allen abandona Europa con ‘To Rome with love’ para volver a rodar en Nueva York


De sus últimas ocho películas, siete tienen como decorado protagonista las calles de las ciudades más importantes de Europa. Roma es la última en sumarse a una lista que ya integran Londres, Barcelona y París. Y aunque se rumoreaba que Woody Allen filmaría su próxima película en Copenhage, el propio director ha asegurado que vuelve a la ciudad donde más seguro se siente, es decir, Nueva York.

To Rome with love es el título de su última cinta «europea», y como suele ser habitual en la filmografía del director de Annie Hall, está plagada de nombres conocidos que, casi literalmente, se han pegado por poder trabajar con un realizador, guste o no, capaz de otorgar un estatus a la carrera de un intérprete como pocos logran hoy en día. Ellen Page (Origen), Alec Baldwin (Infiltrados), Jesse Eisenberg (La red social), Alison Pill (Como la vida misma), Penélope Cruz (Nine), Roberto Benigni (La vida es bella), Judy Davis (María Antonieta), Ornella Muti (Flash Gordon) y el propio Allen conforman las principales caras que se pasearán por espacios tan emblemáticos como el Coliseo romano o la Fontana di Trevi.

El resultado de su periplo europeo ha sido, en líneas generales, irregular. La primera de ellas, Match Point (2005) supuso una bocanada de aire fresco a su prolífica carrera, que en los últimos años había experimentado un descenso en la originalidad y calidad de las películas. Esta historia de amor, traición y sensualidad protagonizada por Scarlett Johansson, que se convertía de esta forma en su nueva musa, y Jonathan Rhys Meyers (Desde París con amor), fue la confirmación de Allen como uno de los directores más admirados y respetados de Europa.

Fue además una oportunidad única para comprobar que el autor de Balas sobre Broadway es capaz de realizar un cine diferente, alejado del histrionismo habitual en él y del autoanálisis que incluyen muchos de sus guiones. Es más, ni siquiera aparece frente a la pantalla, algo que a lo largo de su carrera ha sido más bien extraño. Match Point hace gala de un guión cuidado hasta el detalle, con una cadencia narrativa pausada (algunas veces en exceso, lo que puede jugar en su contra) y unas interpretaciones realmente sutiles, capaces de expresar todo un mundo con una sola mirada.

Trilogía londinense

Algo muy diferente ocurre, sin embargo, en las otras dos películas que conforman lo que ha quedado en llamarse la «trilogía londinense». Scoop (2006), de nuevo con Johansson acompañada esta vez por Hugh Jackman (Acero Puro) e Ian McShane (Piratas del Caribe: en mareas misteriosas). Tanto su ritmo, mucho más cercano al del thriller con toques de comedia, como el enfoque visual, interpretativo y narrativo de la historia se encuentran casi en las antípodas de su propuesta anterior, lo que no implica que sea algo negativo. Más bien al contrario, Scoop hace gala de un humor negro, muy negro (comenzando por un hombre que, para escapar de la muerte, trata de sobornarla con dinero) y de una trama solvente y muy entretenida que, con todo, no alcanza el nivel de su predecesora.

La tercera en discordia, El sueño de Cassandra (2007) se acerca más a esta última que al carácter marcadamente sobrio de Match Point. Protagonizada por Ewan McGregor (El escritor) y Colin Farrell (Noche de miedo), el espectador asiste a una historia casi de cine negro en la que dos hermanos con serios problemas económicos se enfrentan cuando les llega la proposición de terminar con su situación a cambio de cometer un crimen.

Películas del Viejo Continente

Cuando Woody Allen dejó Londres decidió que todavía no era el momento de volver a su Nueva York natal, y optó por rodar en España con dos de los actores de moda en 2008: Penélope Cruz y Javier Bardem, que el año anterior había ganado el Oscar al Mejor Actor Secundario por No es país para viejos. De nuevo, Scarlett Johansson sería la protagonista de Vicky Cristina Barcelona junto a Rebecca Hall (El retrato de Dorian Gray), poniéndose en la piel de dos estudiantes y amigas norteamericanas y sus vivencias durante su estancia en Barcelona, incluyendo un romance a tres bandas con un pintor.

La cinta supuso el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria para Penélope Cruz… y, la verdad, merecido estaba, pues la historia es un cúmulo de tópicos con poco o ningún interés que cobra algo de vida con la aparición del personaje, histérico, celoso y violento interpretado por Cruz. De hecho, una de las cosas que más se le achacó a Allen fue el carácter de postal que parecía tener la ciudad condal, evitando en todo momento zonas menos atractivas.

Dejando a un lado el parón en sus rodajes europeos que supuso Si la cosa funciona en 2009 (y que volvía a repetir los esquemas más manidos de su filmografía), Allen volvía en 2010 a Londres para rodar Conocerás al hombre de tus sueños. Con un reparto coral donde destacan Anthony Hopkins (El rito), Naomi Watts (King Kong), Josh Brolin (Jonah Hex) y Anotnio Banderas (Two Much), supone una visión en clave cómica del miedo a envejecer, al rechazo y al refugio que se busca en otras personas para escapar de la monotonía diaria. Todo aderezado con el carácter y estilo personal de Allen, aportando un poco de ese nerviosismo que tanto le caracteriza.

Algo parecido abordaba su siguiente film, Midnight in Paris (2011), aunque esta vez con un marcado carácter fantástico y con la ciudad de París en todo su esplendor de fondo. Owen Wilson (La guarida) logra transformarse espléndidamente en una versión más joven del propio director en este viaje por las diferentes épocas de la ciudad de las luces; viaje en el que conocerá a personajes tan relevantes como Hemingway, el matrimonio Fitzgerald, Picasso, Dalí o Buñuel. Todo, como decimos, en un formato casi onírico en el que la realidad deja de tener sentido para el protagonista, que cada vez más se abandona a ese viaje al pasado que termina por convertirse en un bucle donde cualquier tiempo pasado fue mejor, y cuya moraleja es, precisamente, la opuesta.

A continuación os dejamos el trailer de lo nuevo de Allen, última incursión en territorio Europeo (por ahora) que lleva por título To Rome with love, y que a buen seguro despertará la curiosidad tanto de los seguidores de Allen como de los enamorados de la ciudad eterna.

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